Hoy para variar, una de espías. La verdad es que cuando vi el tráiler no pensaba que sería del rollo ruso versus americanos, me imaginaba más a una tipa mercenaria del s.XXI o algo así, pero estaba muy equivocada.
Nos encontramos en el Moscú del s.XXI, y Dominika (Jennifer Lawrence), tras no poder continuar su carrera como primera bailarina del Bolshoi, no le queda más remedio para mantener a su madre y sus tratamientos médicos, que ponerse al servicio del estado convirtiéndose en un Gorrión Rojo, una suerte de matahari rusa, que consigue la información necesaria bajo cualquier método.
La misión en la que se centra la película, es hacerse con la confianza de un agente de la CIA americano (Joel Edgerton), para averiguar quién es el topo ruso que le pasa información, cosa que, como podréis imaginar, no es nada fácil.
La trama se convierte en una historia de espías a la antigua usanza, mezclada con escenas sangrientas y desagradables del estilo actual. Documentos a conseguir, traiciones, torturas, no saber de quién fiarse, siempre con el miedo a ser descubierto en cualquier momento.
A mí me enganchó, pese a que Jennifer Lawrence no es santa de mi devoción, como actriz no me transmite nada, pero creo que este papel, al interpretar a una inexpresiva "espía", le va como anillo al dedo. Eso sí, le sobran al menos 20 minutos de metraje, creo que dos horas y veinte de película es demasiado para una historia que en muchos momentos es lenta. Se explayan mucho en contarnos cómo es ella y qué vida lleva antes de "reclutarla a la fuerza", pero creo que se podría haber resumido. Los demás actores principales creo que lo hacen bastante bien, Joel Edgerton como el agente de la CIA, un recuperado Jeremy Irons como militar ruso, y el actor que interpreta al tío de ella, y que la mete en esa cruda historia.
