Cine de insomnio

Aunque pueda parecerlo, no estoy hablando de ver películas que te quiten el sueño (que eso es otro tema para hablar largo y tendido), sino de esas noches, como la de hoy, en las que te apresa la falta de sueño, en las que tienes los ojos como platos, y decides ponerte una película.

Para nosotros los cinéfilos, quizás sea una gran vía de escape en noches como esta. Das vueltas en la cama, piensas y piensas y no llega esa modorra, y decides... tachán!! De pronto, te encuentras en tu habitación, o en tu sofá, con todo a oscuras, y sólo iluminada por la pantalla... y te descubres ahogando tus risas en la madrugada para que no te oigan, dejando escapar unas cuántas lágrimas mientras te acurrucas... Y te sientes un poco Bastian, cuando leía La historia interminable, casi como si esa película estuviera hecha para ti. 

Es un sentimiento extraño, porque... Por un lado disfrutas de ese momento, de estar ahí, pero siempre, siempre, aparece alguien en nuestra cabeza a quien nos gustaría estárselo contando, o compartiéndolo. En noches así hice grandes descubrimientos, como... Los puentes de Madison (sin palabras, lloré a moco tendido), Descubriendo Nunca Jamás... o sacas de la funda películas mil y una veces vista, pero que no importa, que siempre estarán ahí, como Depredador, Jumpin' Jack Flash... películas que siempre me recuerdan a las noches de verano. Pero en fin, esto son sólo pensamientos lanzados al aire, pensamientos insomnes, ya sabéis. 

Aunque me gustaría saber si hay alguien a quien nunca le haya pasado algo de esto, yo creo que no, ¿verdad?