Estamos ante una película de catástrofes naturales en las que el ser humano siempre tiene las de perder. Sinceramente me daba un poco de pereza verla por el bueno de Dwayne. No es que me parezca mal actor (simplemente no me parece), es que fisicamente es increible literalmente. Alguien así no existe, por lo tanto cualquier personaje que interprete lo deja "tocado". Excepto Hércules, claro.
Vamos a la película. Su gran similitud con El día de mañana es más que una casualidad. Tiene mucho, muchísimo de esa película, demasiado. Incluso algún que otro diálogo o frase. Eso le resta ¿originalidad?.
Quitándo el desastre, tenemos a Dwayne, cuya mujer le ha dejado porque él es incapaz de superar la muerte de una de sus hijas. Es piloto de helicópteros de rescate y como todo el mundo sabe, para pilotar helicopteros es imprescindible pesar 200kg... el caso es que su mujer, que no es muy tonta, le deja para juntarse con un super arquitecto ricachon del que está muy enamorada y con quien está apunto de irse a vivir. Detalle que no mejora la moral del Dwayne. Por azares del guión, la hija que aún conserva y el nuevo novio de la mujer acaban en San Francisco, y él y su mujer casi ex, en Los Angeles. Y se desata la tragedia.
La película está llena de clichés, frases hechas y demás elementos previsibles. Uno de los momentos "épicos" es cuando Dwayne habla por fin de la hija que murió y conocemos como pasó. Ver como intenta llorar sin conseguirlo no tiene precio... Esas escenas no son para "La Roca".
Quitando todo eso, la película en si no es mala. Unos grandes efectos especiales hacen creible cualquier cosa que pasa durante el terremoto y el tsunami posterior. Se intercalan muy bien las escenas de cierta tranquilidad con acción trepidante. La escena que intentan remontar el tsunami consigue ponerte realemente nervioso, sobretodo cuando llegan a la cima de la gran ola.
Aunque es superior a algunas de las películas de catástrofes, no aporta nada nuevo, muy al contrario es como un mezclote de varias. Recomendada para pasar una tarde de palomitas, sin más pretensiones.
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