Aquí un clásico atemporal (cómo me gusta decir esa frase) para estas noches de verano calurosa. Sí, una momia en blanco y negro, de 1932 nada menos; y no es que desprecie las que vinieron después, incluso la de Brendan Fraser, llena de aventura y chascarrillos, muy divertida. Pero esta es la original, la primigenia... Im-ho-tep vuelve a la vida!!
La verdad es que hoy en día, quizás hasta a muchos los efectos o la historia puedan dar más risa que miedo, pero os aseguro que la escena en la que la momia despierta, encarnada en el gran Boris Karloff es cuanto menos inquietante.
Las horas de maquillaje, con capas y capas de pegamentos y algodones que le provocaban arrugas en la cara, lo hacía terrorífico, y esa manera sutil de abrir los ojos, mover la mano... canguelo puro.
En su momento, la Universal vio un filón en este tipo de películas, y ya que ahora van a hacer una especie de reboot de todos sus clásicos, no está de más darles un repasito. La historia, ya la sabéis, porque los que no la hayáis visto, y sí hayáis visto la de Brendan Frasier ya tenéis el argumento, porque es copiado totalmente. Im-ho-tep, condenado al más terrible de los castigos por haberse enamorado, revive miles de años después tras haber descubierto su tumba y desatado la maldición en una excavación en Egipto. Una historia de amor a través de los siglos, y quiere volver a recuperar a su adorada Ank-Sunna-Mun (o como se escriba), ¿os suena, no?
Los actores, grandes conocidos en la época, Boris que se especializó en este tipo de papeles (como el de Frankenstein) dada su fisonomía... su cara no tiene desperdicio. Igual que lo aprovecharon Bela Lugosi, o Cristopher Lee. Y la actriz protagonista, Zita Johann una actriz venida del teatro, actriz seria, a la que esa película le parecía un bodrio, pero no se pudo negar al símbolo del dólar, y se lo puso bastante difícil al director, Karl Freund, primerizo en estas lides, ya que anteriormente se dedicaba a la dirección de fotografía de otras películas de la Universal.
O sea, no puedo con esta escena, que me da un parraque momil... así acaba el arqueólogo que le da la risa histérica floja, no digo más...
Dura poquito, apenas una hora y diez, así que, dádle una oportunidad porque está bien saber de dónde viene todo, (es más, el guión parecía malísimo porque calcaron la historia de la película de Drácula de Bela Lugosi, de un amor a través de los tiempos, sólo que ambientada en Egipto) aunque no os de miedo, os puede dar curiosidad y pasaréis una buena noche acurrucados en el sillón con algo fresquito.
¡Ah! Una pregunta lanzada al aire... ¿pensáis que la que se está rodando ya, la nueva versión de La momia, con Tom Cruise a la cabeza, será una buena película? Que nos cree tensión, suspense, encogernos... ¿o sólo será una muestra más de efectos geniales y aventura sin buscar dejarnos pegados al sillón?