La presencia de Jamie Foxx fue la que me animó a ver esta película. Además, las "premisas" que requiere el desarrollo me pareció más que interesante. Jamie es capaz de hacer muy buenas películas aunque su inexpresividad a veces le puede pasar factura. Pero dado el tipo de película a la que nos enfrentamos, creo que tiene posibilidades.
Vincent Downs (Jamie Fox) es un agente que se encuentra en medio de una tormenta repleta de policías corruptos implicados con el control de un casino y mafiosos dispuestos a cualquier cosa. Cuando un atraco sale mal, un grupo de criminales secuestra al hijo adolescente de Vincent. En sólo una noche, él debe salvar a su hijo, evadir una investigación interna de la propia policía y llevar a los secuestradores ante la justicia...
Como buena película policíaca tiene acción, no se le puede negar eso, aunque la trama... se mantiene con pinzas. La simpleza del guión intenta ser compensada con algunas sorpresas, aunque la mayoría de ellas son previsibles.
Sinceramente, nunca llega a ese nivel de implicación espectador-historia como para que te sientas mínimamente nervioso o metido en la película. Con esto, no quiero decir que sea mala, pero le falta "algo" para transmitir. Y no, no es la falta de inexpresión de Jamie Foxx el cual está correcto.
Toda la película gira a la persecución ente todas las partes implicadas, policía, asuntos internos, mafiosos, traficantes. Todos buscándose y todo pendiente de un hilo.
¿Qué más se puede decir? Poca cosa. Acción hay, giros en las tramas hay... tiene todos los ingredientes para ser una buena película... pero me da la sensación de que no la es.
Puede ponértela para cenar o una tarde aburrida donde quieras algo de acción, tampoco te arrepentirás.
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