viernes, 23 de febrero de 2018

El sustituto

Hoy os váis a quedar un poco locos con la elección para el post. Sí, El sustituto. Una película noventera más mala que la tiña, pero paradójicamente, de esas que de tan cutre salchichera y sin sentido, hace que me ría y me lo pase bien.

Ya de entrada mirar el cartel es para pensárselo, ese Tom Berenger (que no es conocido precisamente por sus papelones), frente a una mesa de profesor de instituto, y su uzi preparada ¿what?

Si le añadimos que comparte protagonismo con el entrañable Ernie Hudson, (que no sé que más ha hecho después de Cazafantasmas), me acabó de convencer para echarle un vistacillo.

Veamos... el argumento es el siguiente: el bueno de Tom, es un mercenario de la CIA, anteriormente marine, que se queda sin trabajo (estos de la CIA, qué poca seriedad), así que decide ir a visitar a su medio novia, que es profesora en un instituto mega chungo de Miami. Tan chungo que es dominado por una banda latina cuyo cabecilla es... ¿¿¡¡Marc Anthony!!??, eso sólo fue la primera de muchas veces que me quedé en shock. A ella le parten una pierna por enfrentarse a los de la banda, y Tom ya que está en paro, decide infiltrarse en el instituto como sustituto de ella para enseñarles lo que vale un peine.

Hasta aquí, pues bueno, se deja ver... es un rollo así como Mentes peligrosas (en cutre), pero en poco tiempo se transforma de eso, en una película de acción pura y dura al combatir con una banda de narcotraficantes de cocaína por quintales en la que está metido medio instituto. No sé como definirlo... 

Y mientras todo eso ocurre, alucinas con escenas como en la que de pronto ves a Tom Berenger ir a buscar a un tipo que está practicando... ¿¿¡¡Pelota vasca!!?? que pensé que era algo del doblaje, de la traducción, ¡¡pero no!!, esttaba allí el hombre dándolo todo en una pista de pelota vasca en los Estados Unidos de los noventa. 

Así que todo acaba convirtiéndose en un batiburrillo de metralletos, estrellas ninja, cocaína, adolescentes traficantes pandilleros, y muertes por doquier. Pero aún así, qué queréis que os diga, me reí como hace mucho tiempo que no me reía y me entretuve un rato, así que si buscáis eso, podéis verla sin problema.

Ah! un dato, asombrosamente tuvo el suficiente éxito para realizar una segunda parte, esta vez hecha directamente para televisión, y como podéis ver, en la promoción no se volvieron locos pensando en qué poner en el cartel...




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