Empezaré por deciros lo que me ha parecido: me ha gustado. Y mucho. Y eso que no es una película súper original, pero sí que sorprende en otros aspectos.
Por un lado, el tandem de actores escogidos. Russel Crowe y Ryan Gosling hacen pareja, y además en una película ligera, sin demasiadas pretensiones (aunque de fondo hay ciertas moralinas). Y eso es precisamente lo bueno, ver cuanto pueden dar de sí ciertos actores.
La ambientación tan bien conseguida del momento (década de los 70) ayuda a ese toque macarrilla, desfasado de la época. Y el guión me parece muy bueno, sabe meter la comedia pero sin que parezca una película totalmente absurda e increíble.
Quizás es como reírse de ellos mismos, y del cine de la época, pero además hacer un homenaje del momento, no sé si me explico.
Hay que verla como lo que es, sin más. Pero ahora os cuento: Russell es digamos un "ajusta cuentas", un matoncillo cutre al que le pagan para amedrentar a otros y si es necesario dar alguna paliza. Ryan es un detective privado venido a menos, al que nada le sale bien, y juntos se ven metidos en la búsqueda de una desaparecida estrella del porno de la época, pero la cosa se acaba embrollando.
Tenemos persecuciones, música disco, bajos fondos de Los Ángeles, putiferio, drogas, de todo... Y en medio de todo eso ellos dos, y sobre todo Ryan en un papel en el que nunca le había visto. Porque Russell haciendo de macarra con fondo bueno, reconozcámoslo, ya le he hemos visto. Pero Ryan con ese toque de comedia, de borrachuzo desfasado, nunca. Y es lo que me sorprende de este actor, que tiene para todo.
Si queréis desestresaros, reiros, y disfrutar un rato, esta es vuestra peli, no digo más.
2016: Critics Choice Awards: Nominada a mejor comedia y actor-comedia (Gosling)
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