Un equipo comandado por el teniente Waters (Bruce Willis), un veterano oficial de la unidad especial SEAL, se adentra en el corazón de África con la misión de rescatar a Lena Kendrick (Monica Bellucci), una doctora americana que trabaja en una zona muy conflictiva. Pero, cuando la encuentran, ella se niega a abandonar a los refugiados y exige a Waters que los escolte a todos a través de la peligrosa jungla nigeriana. El oficial tendrá que enfrentarse a un grave dilema: obedecer las órdenes recibidas o, por el contrario, seguir los dictados de su propia conciencia.
Película que he visto varias veces y cada vez me gusta más. Sí. La crítica no fue muy amable con ella, pero he de reconocer que tiene cierto aire a Platoon que me engancha. Pero además, está lo que cuenta. Desde Hotel Rwanda a Black Hawk Derribado, hay muchas películas sobre áfrica y sobre las atrocidades que allí se comenen. Limpiezas étnicas, esclavitud, dictaduras de gatillo fácil... Aquí nos muestran Nigeria, como podría haber sido su vecino Camerún o el Congo. Hay escenas muy duras acompañadas de una banda sonora muy buena que te mete de lleno en el horror del momento.
¿Americanada? No sé, puede. ¿Critica a que se mire a otra parte cuando el tema es África? También, y mucha.
Aunque Bruce Willis no presenta ningún registro nuevo en su actuación, Monica Bellucci está perfectamente creíble interpretando a una doctora fuerte, de gran carisma y con unos valores humanos que intenta contagiar a Bruce.
No solo es para pasar el rato. Si después de ver esta película te preguntas por qué se permiten ciertas cosas en el continente negro, creo que habrá valido la pena, aunque la historia no sea muy original. Infravalorada película sin duda.
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