viernes, 19 de octubre de 2018

Rastro oculto

Seguramente no podré evitar "subir" mi concepto de esta película por su actriz protagonista, lo siento, pero Diane Lane es encantadora incluso con el pelo corto. Aunque haga este tipo de películas...

El departamento encargado de delitos cibernéticos del FBI, se dedica únicamente a investigar y perseguir a los delincuentes que actúan en Internet. En Portland, la agente especial Jennifer Marsh (Diane Lane) tiene que resolver un caso sin precedentes: un depredador cibernético cuelga torturas y asesinatos en una sofisticada página web que, al no dejar rastro, no puede ser desconectada. El destino de sus víctimas depende del público: cuantas más visitas registre la página web, más deprisa morirán. Cuando el juego del gato y el ratón se convierte en algo personal, Jennifer y su equipo deberán lanzarse a una carrera contrarreloj para encontrar al asesino.

Intentaré no desvelar ningún secreto por el camino... Lo mejor de la película, sin duda, su planteamiento. Rozando el cerebro enfermo de Shaw, el asesino nos pone en un dilema muy actual a pesar de que la película es de 2008. ¿Hasta dónde puede llegar el morbo humano?

La historia nos lleva desde cero a cien a una velocidad adecuada. Nos plantea con un primer asesinato de un gato ese dilema moral del que he hablado. Curiosamente, a pesar que sube tono rozando el gore, no logra conectar con el espectador. "Algo" falla en ese sentido. ¿Qué? Quizá  Colin Hanks, el cual me cae muy bien pero no me logra transmitir demasiado, o el compañero de Diane, Billy Burke, el cual tampoco acaba de transmitir, ya que su rostro es el mismo comiendo perritos que viendo como torturan a alguien on line. Lo único salvable del reparto (Os juro que soy objetivo) es Diane Lane, aunque su personaje tampoco es que sea el de su vida.

La película tiene cierto relleno pero que no acaba de justificarse, por ejemplo, el marido de Diane es un policía muerto en acto de servicio y en una "conmovedora" conversación con su colega
Billy Burke este le dice que le sonaba su cara, pues él fue al entierro de su marido ya que fueron juntos a la academia... fin de la historia. Casi terminan dándose una palmaditas en la espalda.

También hay algunos fallos en cuanto al desarrollo. Por ejemplo, y creo que el más cantoso, es que a todos los que tortura el asesino los amordaza y los ata. En un momento dado, uno de ellos está amordazado y colgando boca abajo con las manos atadas ENTRE SI. Lo que quiere decir, que podría haberse quitado la mordaza y sabiendo que hay millones de personas viendo en directo el asesinato, podía decir donde está. Porque os aseguro que lo sabe.

Demasiado texto para una película que me dejó más frío que calor. Si os gustan las películas de asesinos en serie, esta puede que os guste. Solo puede.


No hay comentarios:

Publicar un comentario