Peliculita de miedo a ver si entramos en calor que con esta ola de frío... eso si no nos deja frió la película en cuestión, que también puede pasar. Ya os adelanto que no es el caso.
Basada en la historia de la mansión Winchester, situada en California, a
50 millas de San Francisco. Este edificio victoriano fue construido por
la heredera del creador de los rifles Winchester, Sarah Winchester
(Helen Mirren), y su convicción de que los fantasmas la acosaban le
llevó a construir más de 160 habitaciones, con escaleras que no llevaban
a ninguna parte y puertas que al abrirse descubrían un muro... Todo con
la intención de esquivar a los seres del otro mundo y mantenerse a salvo.
Bueno, tras el cartelito de marras de "Inspirado en hechos reales" comienza la película y uno se pregunta si de verdad eso que va a ver ha pasado. Pero dejemos lo real y vamos a la ficción.
La película nos muestra una heredera Winchester al borde la locura, o eso creen algunos. La verdad es que es bastante inquietante la figura de la anciana magníficamente interpretada por Helen Mirren. A pesar de que toda la película debería girar entorno a la anciana, hacen que la casa sea el eje de y eso limita mucho la historia pues la sensación que queda es que el personaje de Sarah no está del todo desarrollado y yo creo, como el cartel indica también, que ella es la parte importante del asunto.
Por lo demás, me pareció buena, algún susto bueno y otros predecibles, pero que no dejan de cumplir la misión de mantenernos atentos. Sin duda, es mejorable, pero funciona y si a eso le añadimos el ingrediente más inquietante ("Inspirado en hechos reales"), podrías pasar una noche de Halloween bastante aceptable.
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