viernes, 18 de septiembre de 2020

Las tribulaciones de un chino en china

Película que vi hace mucho, mucho, mucho... de esas tardes de videoclub en donde uno buscaba alguna historia no muy seria ni tensa y a ser posible, que entretuviera. Para mi, ya en aquel momento, era una película de las "antiguas", pero mira por dónde, aun así, la alquilé.

Arturo Lempeur (Belmondo) es un joven rico y caprichoso que, hastiado de la vida que lleva, intenta sin éxito suicidarse una y otra vez mientras realiza un viaje en su velero alrededor del mundo. Harto de sus fallidos intentos, al llegar a China decide suscribir una póliza de seguros por la que, en caso de muerte accidental, se repartirían dos millones de dólares su prometida y su mejor amigo, Mister Goh (Valéry Inkijinoff), quien le asegura a Lempeur que antes de un mes sufrirá un accidente inesperado. Sin embargo, enseguida se arrepiente de su decisión y entonces tendrá que concentrar todos sus esfuerzos en la difícil tarea de salvar la vida. En esta aventura lo acompañarán su fiel asistente Leon (Jean Rochefort) y Alejandrina (Ursula Andrews), una cantante de cabaret a quien acaba de conocer. 

Es difícil hablar de esta película en términos medios, ya que se mueve de un lado a otro a una velocidad imposible de asimilar. Basada en un libro de Julio Verne, la historia no deja pasar ni un segundo en el que no pase algo, desde una persecución, un disparo, un diálogo cómicamente absurdo... A mí, sinceramente, me recuerda mucho al humor usado en el cine cómico, ya que aunque en algún diálogo hay chascarrillos, el verdadero humor está en lo que vemos (Golpes, caídas, exageraciones...)

Durante toda la película, Arturo cruzará Asia buscando a Goh, así que viajamos desde Hong Kong hasta el Tíbet, la India, etc. Y no falta de nada, hay hasta naufragios. Con todo esto, podemos decir que no hay momento de aburrimiento.

Pero falta lo malo... Quizá a veces es demasiado rápida, pasa por las situaciones demasiado rápido y no da tiempo a degustar ese comentario, esa caída, esa escena loca... Quizá sea un humor que ya no se lleva pero no deja de ser gracioso.

Así, que con sus cosas buenas y malas, creo que la película es al menos recomendable y así ver cómo era el humor antes de que todo fuera humor obsceno e insultado. Aun así, los silencios de su penosa banda sonora, hará que de vez en cuando, nos aburramos... pero no apartes la vista o te perderás la siguiente persecución.
 


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