jueves, 23 de marzo de 2017

El Imperio del fuego

Los que me conocen saben que tengo cierta debilidad por los dragones. Me da igual como me los pinten, malos, perversos o peor. Así que cuando estrenaron esta película tenía que verla.

Estamos Londres, Quinn, un niño de doce años visita a su madre que trabaja en unos túneles por debajo de la ciudad. Por accidente, despierta a un enorme dragón de su letargo de siglos. Comienza una guerra que el ser humano no puede vencer. Veinte años más tarde, pueden apreciarse las devastadoras consecuencias del paso de la bestia y de sus vástagos por todo el planeta. Los dragones son seres extremadamente inteligentes que no tienen ninguna intención de compartir la Tierra con los seres humanos. Quinn (Christian Bale) es ahora el líder de una pequeña comunidad de humanos. Con ayuda de su mejor amigo Creedy (Gerard Butler), intentarán mantener alejadas a las bestias para garantizar la supervivencia. En medio de este caos aparece Van Zan (Matthew McConaughey), un norteamericano que asegura saber cómo acabar con los dragones y salvar a la humanidad. 

Para poder hacer este post tendré que hacer algún que otro spoiler, así que si no la has visto tienes dos opciones, dejar de leer e ir a verla, o enterarte de algunas cosas que no deberías. Así que ve a verla, ya te digo que te gustará.

Si bien el planteamiento inicial está un tanto cogido con pinzas, conforme avanza la película va mejorando mucho y los razonamientos son muchos más consistentes. Cuando el pequeño Quinn encuentra al dragón después de estar aletargado siglos, este sale como si no pasara nada matando y destruyendo. La explicación de como ha sobrevivido sin comer... eso con pinzas. Pero se nota que lo que menos importaba era el cómo habían llegado los dragones, más bien, imagino, que la pregunta que inició el guión fue ¿Qué pasaría si...? Así que nos centraremos en eso.

La película enseguida nos muestra sus cartas. El pequeño reducto de humanos no es un grupo de resistencia. Más bien intentan sobrevivir con la esperanza de que todo cambie. Y lo hace, pero no de la forma que esperaban. 

¿Qué puedo decir de las interpretaciones? Christian Bale, Gerard Butler y Matthew McConaughey... Perfectos en su papel y eso que los tres están lejos de sus zonas de confort. Christian comienza siendo alguien muy conservador, lejos de la figura del líder guerrero. Por su lado Gerard se mantiene siempre en un segundo plano, haciendo de consejero y ayudando a su amigo a soportar el peso. Y qué decir del papel de Matthew McConaughey. Simplemente estelar. 

En cuanto a los efectos especiales, me parecieron mas que buenos, buenísimos. En su momento, ver en el cine volare a un dragón tan realista fue un impacto.

¿Algo en contra? Bueno como ya he dicho al principio, el planteamiento es un tanto flojo. Pero además hay una escena que no tiene sentido más allá de dar una muerte heroica Van Zan. ¿Por qué se lanza contra la boca del dragón? Si hubieran hecho que Van Zan esperara al dragón en pie, hubiera sido igual de heroico y más entendible. Por cierto, los fans de la saga de fantasía épica Dragonlance, reconocemos esa escena nada más verla.

Para mi gran película muy infravalorada pero que vale mucho la pena ver.

PREMIOS
2002: Festival de Cine Fantástico de Sitges: Mejores efectos especiales


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