martes, 22 de septiembre de 2020

Postdata: Te quiero

Película que no vi en su momento y que me recomendaron años después. Le tenía cierto respeto, pues aunque no sabía muy bien su argumento, entre la carátula y el título, parecia un empacho de azúcar.

Holly Kennedy (Hilary Swank) es una joven viuda que trata de encauzar nuevamente su vida tras la muerte de su querido marido Gerry (Gerard Butler), al que amaba sobre todas las cosas. Pero un día, con motivo de su 30 cumpleaños, descubre que éste le ha dejado varias cartas, todas con la misma postdata: PD: Te quiero. Obsesionada con las misivas y su contenido, la madre de Holly (Kathy Bates) y sus mejores amigas Sharon (Gina Gershon) y Denise (Lisa Kudrow) comienzan a pensar que se está aferrando demasiado a un pasado que nunca volverá.

 La película se aleja bastante del formato Comedia-Romántica. Generalmente, ese género está casi a un cincuenta por ciento. En esta, quitando algún chascarrillo que otro durante la película, lo más "gracioso" lo vemos en una primera escena que me pareció buenísima. Es una escena larga, donde nos presentan a los personajes, cómo son sus miedos, sus deseos, sus aspiraciones, etc. Y todo en el transcurso de una discusión que tienen los dos protagonistas al volver de una cena. Sublime.

Luego ya entramos en terreno pantanoso... drama y lágrimas. Y también polémica. Algunos piensan que el juego que inventa Gerry para intentar que su mujer siga adelante no es el adecuado y hace más mal que bien. En cambio, otros (Yo me incluyo), piensan que gracias a eso, ella logra superar su trágica muerte. ¿Por qué lo pienso así? A través de las diferentes cartas, ella recupera lo que pierde durante el duelo, sus amigas, su propia familia, sus sueños y ambiciones y, como no, el amor.

¿Qué más puedo decir? Me gustó cuando la vi la priemera vez y las demás veces que le he dado un visionado, me ha ido gustando más por la intensidad de "emociones" que hace sentir al espectador, tanto si nos ponemos desde el punto de vista de Gerry como de Holly.




domingo, 20 de septiembre de 2020

Desde París con amor

 Juntar a dos de los actores que tiene la mirada más psicópata de Hollywood, solo podía prometer una cosa, acción y acción de la buena. Disparos, puñetazos y persecuciones hasta que parece que no hay más "malos" pero... siempre hay otro más a quien disparar.

A Charlie Wax (John Travolta), un singular agente secreto estadounidense, le ha sido encomendada en París una misión de alto riesgo relacionada con el terrorismo y el tráfico de cocaína. El conflicto surge cuando tiene que vérselas con James Reece (Rhys Meyers), un empleado de la embajada norteamericana que se muestra contrario a los poco ortodoxos métodos de Wax.

Como ya he dicho, al ver quienes son los protagonistas uno puede intuir que va a ver. Y lo ve. las escenas de acción están milimétricamente coreografiadas poniendo ciertos fragmentos muy bien escogidos a cámara lenta. Si bien, al principio puede que no empaticemos mucho con el personaje de Travolta, nos vamos dando cuenta que dentro de su "locura" hay más raciocinio de lo que parece. Su personaje no tiene ningún arco de evolución, el de Rhys sí, ya que empieza como alguien que quiere ir ascendiendo, siendo leal a sus ideas y con una vida personal bien estructurada y termina dándose cuenta que no todo es lo que parece haciendo temblar todo en lo que creía.

No hay un mensaje profundo, no hay un aprendizaje, quizá solo que juzgar a alguien que para tus ojos está loco, sea un poco precipitado. A parte de eso, acción. Es ideal para una sesión en la que no quieras pensar mucho, solo que te entretenga lo que ves y a la vez, de vez en cuando, te haga abrir los ojos de par en par.

Tampoco te la tomes muy en serio, ya se encargan con ciertos chascarrillos de recordarte que es una película de entretenimiento, no una película que busque los Oscars .




sábado, 19 de septiembre de 2020

Una historia real

Hoy voy a empezar de forma distinta, diciéndoos que esta no va a ser la película que marque vuestra existencia, ni mucho menos comparable como resaltan en el cartel publicitario a Sangre fría de Truman Capote. Pero creo que la podéis disfrutar sin más, conociendo de esas cosillas que pueden pasar por el mundo, ya que está basada en las memorias de uno de los que la protagonizan: Michael Finkel.

Y es la historia que marca a este personaje, un emergente periodista de investigación en grandes periódicos, que ve poco menos que hundida su carrera debido a un error que cometió. Pero a él llega la información de que un condenado por haber matado a toda su familia había usado su nombre y suplantado su identidad para poder escapar del FBI. Así que él decide investigar su historia...

Es una película que se basa principalmente en los dos actores principales, Jonah Hill y James Franco, que por lo visto quieren meter algo de papeles dramáticos en su carrera. Una vez te introducen en el tema, es en ellos dos donde está puesto el foco, y en la extraña relación que se crea entre ellos...



Realmente lo que plantea la película es: ¿por qué? ¿por qué utiliza su nombre? ¿Es verdad que mató a su familia? ¿Cuál fue la razón? Y aunque sea basada en una historia real, tiene ese olor a thriller que a mí tanto me gusta, os la recomiendo.









viernes, 18 de septiembre de 2020

Las tribulaciones de un chino en china

Película que vi hace mucho, mucho, mucho... de esas tardes de videoclub en donde uno buscaba alguna historia no muy seria ni tensa y a ser posible, que entretuviera. Para mi, ya en aquel momento, era una película de las "antiguas", pero mira por dónde, aun así, la alquilé.

Arturo Lempeur (Belmondo) es un joven rico y caprichoso que, hastiado de la vida que lleva, intenta sin éxito suicidarse una y otra vez mientras realiza un viaje en su velero alrededor del mundo. Harto de sus fallidos intentos, al llegar a China decide suscribir una póliza de seguros por la que, en caso de muerte accidental, se repartirían dos millones de dólares su prometida y su mejor amigo, Mister Goh (Valéry Inkijinoff), quien le asegura a Lempeur que antes de un mes sufrirá un accidente inesperado. Sin embargo, enseguida se arrepiente de su decisión y entonces tendrá que concentrar todos sus esfuerzos en la difícil tarea de salvar la vida. En esta aventura lo acompañarán su fiel asistente Leon (Jean Rochefort) y Alejandrina (Ursula Andrews), una cantante de cabaret a quien acaba de conocer. 

Es difícil hablar de esta película en términos medios, ya que se mueve de un lado a otro a una velocidad imposible de asimilar. Basada en un libro de Julio Verne, la historia no deja pasar ni un segundo en el que no pase algo, desde una persecución, un disparo, un diálogo cómicamente absurdo... A mí, sinceramente, me recuerda mucho al humor usado en el cine cómico, ya que aunque en algún diálogo hay chascarrillos, el verdadero humor está en lo que vemos (Golpes, caídas, exageraciones...)

Durante toda la película, Arturo cruzará Asia buscando a Goh, así que viajamos desde Hong Kong hasta el Tíbet, la India, etc. Y no falta de nada, hay hasta naufragios. Con todo esto, podemos decir que no hay momento de aburrimiento.

Pero falta lo malo... Quizá a veces es demasiado rápida, pasa por las situaciones demasiado rápido y no da tiempo a degustar ese comentario, esa caída, esa escena loca... Quizá sea un humor que ya no se lleva pero no deja de ser gracioso.

Así, que con sus cosas buenas y malas, creo que la película es al menos recomendable y así ver cómo era el humor antes de que todo fuera humor obsceno e insultado. Aun así, los silencios de su penosa banda sonora, hará que de vez en cuando, nos aburramos... pero no apartes la vista o te perderás la siguiente persecución.
 


jueves, 17 de septiembre de 2020

El sonido del trueno

Mucho antes de verla por primera vez, la premisa me encantó. Viajes en el tiempo, paradojas, evolución... y además, basada en un relato corto de  Ray Bradbury, así que no esperaba ver paranoias de un grupo de guionistas queriendo rizar el rizo. Me equivoqué.

En el año 2054 los viajes en el tiempo son una realidad. La patente de la nueva tecnología la tiene una empresa al frente de la cual está Charles Hatton (Ben Kingsley), que ha organizado safaris para cazar dinosaurios prehistóricos. Travis Ryan (Edward Burns), como jefe de la expedición, es el encargado de la seguridad de los viajeros. Sin embargo, jugar con el tiempo es muy peligroso y el más mínimo error puede tener consecuencias devastadoras en el presente. Ryan y la doctora Sonia Rand (Catherine McCormack) tendrán que enfrentarse a toda suerte de peligros para sobrevivir y para evitar alteraciones del presente. 

Ya desde 2005 las críticas a esta película fueron brutales. Y es que fue un fracaso en toda regla. ¿Por qué? Para mi tiene dos grandes pecados. El primero sin duda son los efectos especiales. las imágenes de ciudades y demás están muy bien conseguida, pero cuando es con vistas más cercanas... La calle, un coche que pasa, los animales "jurásicos" que salen... todo es muy muy pobre. Hay una escena en el que el protagonista va por la calle andando y es MUY evidente que no está en la calle porque el entorno es de ordenador de los 90'... y además... ¡Se nota que está andando en el sitio! En efectos especiales hay que decir que en el 93' Parque Jurásico había utilizado unos efectos grandiosos y claro... las comparaciones son odiosas. Y por otro lado los continuos fallos en sus propias reglas. Una balas de hielo que vuelan una estatua pero después solo hace un agujero en la puerta. La película está llena de incongruencias que tristemente, a veces, te hace pensar si de verdad quieres terminar de verla.

Pero no todo es negativo. Lo positivo es que como película de aventuras funciona y puedes pasar algo más de 100 minutos distraídos. También me gusta como los cambios en el tiempo se producen por olas "como hondas en el agua al tirar una piedra". Ese concepto me gusta más que el de las líneas rectas temporales. 

Pelí de tarde aburrida o para distraerse. Sin más. En unos años será película de serie B del siglo XXI.


miércoles, 16 de septiembre de 2020

Rock Star

Acostumbrado a ver al buen de Mark pegando tiros o en algunos casos tirando su carrera por la ventana hablando con osos de peluche, esta película es una pequeña isla en su filmografía. Aunque he de decir que el primer impacto fue "¿Qué es esto?" al ver las pelucas de los actores... será una comedia... pensé...

Pittsburgh, mediados de los 80. Chris Cole (Mark Wahlberg) es un fanático obsesivo del grupo heavy Steel Dragon. Los admira tanto que con varios amigos ha formado un "grupo tributo" que toca las canciones de ellos. Tras algunas discusiones internas, Chris es expulsado del grupo que él mismo fundó. Pero un día llega la llamada mágica: el vocalista de Steel Dragon va a abandonar la banda y los integrantes buscan un reemplazo. Por azar vieron en vídeo al grupo tributo y quedaron impresionados con Chris, por lo que lo invitan a hacer una audición. Junto a su novia y manager (Jennifer Aniston), Chris viaja a Los Angeles, donde es seleccionado como el nuevo cantante. Entonces empieza su meteórico ascenso al éxito, pero pronto tendrá que decidir si importa más la vida de lujo de una estrella de rock o su relación con su pareja. 

La película, orientada a los fans del rock de los 80', nos cuenta una cruel realidad sobre el éxito y como los sueños, llevados al extremo, tampoco son tan buenos. Durante el recorrido del Chris, desde un sótano hasta los escenarios de medio mundo, vemos como por el camino se mezcla toda clase de excesos y como de posible (y fácil) puede ser perderse.

No, no es una comedia, aunque las pelucas lo hagan parecer al principio y que algún que otro gag te lo haga pensar. Es un drama sobre sueños que nos sobrepasan y el saber vivir esos sueños sin ser esclavos de ellos. 

La película toca temas como la prostitución, las drogas e incluso la homosexualidad. Pero a pesar de ser una historia interesante solo serán capaces de terminar de verla a quien le guste el rock. A mi personalmente, me gustó mucho la banda sonora, pero si eres más de Luis Miguel... Hay que resaltar los cameos de grandes del género haciendo pequeños papeles y que está inspirada, que no basada, en una historia real.

Buen drama pero por su tipo de música, orientada a una parte de público muy concreta. Eso sí, 8 Millas fue un éxito y no creo que a todos les guste el rap.


martes, 15 de septiembre de 2020

Te puede pasar a ti

En los 90' hubieron infinidad de comedias románticas con mayor o menor éxito. Esta en concreto, no tuvo mucha repercusión. Y eso que Niolas  Cage empezaba a despegar, en el 95' haría Leaving las Vegas, en el 96' La Roca, en el 97' Con-Air y Face Off, en el 98' Ciy of Angels...pero centrémonos en esta película romántica, sin comedia.

Charlie Lang es un buen policía que está casado con Muriel, una mujer muy ambiciosa que sólo sueña con tener mucho dinero y abandonar el humilde barrio de Queens. Un día entra con su compañero Bo en una pequeña cafetería y, como no tiene dinero para dejar propina, le hace a la camarera Yvonne una promesa: si gana en el próximo sorteo de la loto, compartirá el premio con ella. Inesperadamente, el billete resulta premiado con cuatro millones de dólares. Para desesperación de Muriel, Charlie mantiene su promesa y entrega la mitad a Yvonne. La prensa y la televisión se harán eco inmediatamente del insólito caso.

En el caso que nos atañe puedo decir que no aporta nada, absolutamente al mundo de las comedias románticas. Bueno sí, como he dicho hay que quitar la etiqueta "comedia". Eso precisamente la deja al descubierto en una trama tan rosa y previsible que el espectador está rezando para que pase algo malo.

Lo primero son las interpretaciones. Bridget Fonda no me la creo, Nicolas Cage es tan BUENO que dan ganas de abofetearlo y su mujer es tan histérica y egocéntrica que su matrimonio es tan inverosímil que zancadillea la película.

¿Qué tiene de bueno la cinta? Quizá el último tercio, cuando empieza a torcerse la historia para los protagonistas, aunque como ya he dicho, es tan previsible, que tampoco te la sensación de que todo se puede fastidiar.

Recomendada UNICAMENTE para amantes de las películas románticas hasta el nivel "Oso Amoroso"

 

martes, 8 de septiembre de 2020

La Carrera de la muerte del año 2000

 Volamos directamente al año 1975 a una película que bien podría ser la precursora de algunos títulos más actuales. Sin ir más lejos, tiene su propio remake del año 2008 con, nada más y nada menos, que Jason Statham.
En un futuro, hay una carrera que atrae a la audiencia como ningún otro programa de TV; La Carrera de la Muerte. En ella, varios pilotos deberán cruzar el país para ser los ganadores del premio y seguir ganando fama.
La película, que la ví de muy joven cuando ya era carne de videoclub, es una sátira sobre como el ciudadano normal se deja manipular por un evento deportivo a gran escala. Herencia de nuestros queridos romanos.
Aunque en su momento me gustó, he de decir que debe haber envejecido bastante mal, pero claro, ahora hay CGI en todas las películas y esta, artesanal hasta para la sangre, parece un poco cutre, que dicho sea de paso, la recordaba más sangrienta.
Otro punto en contra de verla ahora, es que viene a la mente películas como Mad Max o la saga de Fast & Furious y claro... queda a la altura del betún. Pero vamos a intentar verla con perspectiva... Y es que la historia, para ese año, era original y al final, entretiene (o entrentenía). No hay mucho que rascar, un campeón; el mismísimo David Carradine, un aspirante; Sylvester Stallone y otros corredores que no vale la pena nombrarlos. Por otro lado, unos rebeldes que consiguen infiltrar a uno de ellos para sabotear la carrera ya que quieren abolirla.Todo ello, mezclando cierto humor negro, algunas escenas de erotismo de aquella ápoca y veloces coches corriendo... a cámara rápida.
Al principio no te cuesta estar sentado mirándola, pero los últimos diez o quince minutos... ya es "A ver si terminamos esta película de una vez".
Si eres un nostálgico de las películas de la época te gustará, pero tampoco te marcará de por vida.