martes, 28 de junio de 2016

La mujer de negro

Vi el título, La mujer de negro, y pensé: “hummm, pinta bien, de miedito y con espíritus, que son las que más canguelo me dan”. Allá que fui. De momento, cuando vi que el protagonista era Daniel Radcliffe ya casi me echo atrás. Que a ver, no es sólo porque el chavalín me parezca que tiene cara de marioneta (que también), sino porque me parece un pésimo actor.
Pero decidí aguantar un poco, darle una oportunidad. En la primera escena sale él frente a un espejo, serio, con mirada fija, y pensé que hasta parecía distinto, con expresiones faciales distintas, pero… no. En cuanto habló vi ese movimiento de mentón suyo característico harrypotteriano. No sé si a vosotros os gustará como actor, pero a mí me parece más inexpresivo que una piedra, quizás una de las grandes causas por las que no me metí en el argumento ni me provocó nada.


 El argumento, el siguiente: Nos encontramos a principios del s.XX en Londres, ciudad cosmopolita del momento y el joven abogado Arthur Kipps (sí, ese es su nombre, no es coña), es enviado por su buffete  a un pueblo perdido a encargarse del papeleo por el reciente fallecimiento de una rica potentada clienta de ellos. Él, supuestamente (y digo lo de supuestamente, porque parece más afligido su hijo de 4 años que él) un ser atormentado por no superar la muerte de su mujer en el parto de su retoño, se dirige a la zona con la esperanza de hacer un buen trabajo y ser mejor considerado.
Pero allí, empieza a encontrarse con cosas muuuuy raras, la mega mansión para empezar, se encuentra en mitad de una marisma (así rollo La isla mínima) sólo que con mucha bruma y rollo inglés. Así que a determinadas horas del día la casa queda totalmente rodeada de agua. Hasta aquí el argumento me llamaba la atención, que intriga, ¿qué pasará aquí? ¿por qué la gente del pueblo es tan rara? ¿por qué han muerto muchos niños en el pueblo? ¿Son ciertas la historias de la aparición de una señora de negro?
La ambientación hay que decir que está realmente bien: el vestuario, los escenarios… con respecto a eso no tengo queja. 

                              

 ¿Pero qué le pido yo a una película de terror? Le pido intriga, le pido que además de los sustos que me hacen dar un bote me mantenga en tensión, que la historia me enganche, y en este caso no lo hace. Se hace leeenta en muchas ocasiones, desaprovechan hasta los clichés de todo este tipo de películas con escenas absurdas: una mecedora que parece que va a clavar el respaldo en el suelo de la amplitud de su movimiento, Daniel que a pesar de todo lo que ocurre parece un busto griego… tiene la misma cara cuando se le aparece un espectro que cuando enciende una vela para iluminarse. Hay una escena concretamente que la fastidian completamente sólo por colocar la cámara en un lugar que le quita toda la tensión al momento… porque veamos ¿qué os da más miedito? ¿Ver como un espíritu se acerca por detrás a Daniel desde un pasillo laaaargo? ¿O verlo desde la perspectiva del espíritu y estar viendo el cogote de Daniel cada más y más cerca? Para mí no tiene color.

En fin, me parece una película fallida la mires por donde la mires, se le podía haber sacado más juguito. Y la cosa es que han hecho una segunda parte llamada La mujer de negro: el ángel de la muerte. Sólo para quien le gusten los riesgos de verdad...


2 comentarios:

  1. Has sido muy benvolente...

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  2. El problema es que el Potter tiene la misma facilidad de expresión que Chema

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