De nuevo nos vamos hasta la Segunda Guerra Mundial. Pero esta vez sin salir de España. Eso me llamó la atención. Si le sumamos que está inspirada en hechos reales no he podido evitar verla. ¡Ojo! Está inspirada en hechos que ocurrieron en la realidad, aunque los personajes son todos ficticios.
Manuela (Marian Álvarez), que sufre el rechazo de los demás
por ser medio bruja, decide robar a los nazis para tratar de curar a su
hija enferma. En este cometido, cuenta con la ayuda de Candela (Manuela
Vellés), su hermana pequeña.
En el pueblo donde viven las hermanas, están las minas de Wolframio de la que se nutría el ejército alemán, allí trabajan tanto presos políticos como habitantes de algunos pueblos cercanos. Con la llegada clandestina de partisanos franceses surge la idea de destruir todo el Wolframio lo que hará que el débil equilibrio del pueblo gallego se ponga a prueba.
Mi primera impresión durante los primeros veinte o treinta minutos de película fue un tanto de desazón. Todo muy liado, presentación de los personajes, para mi gusto, muy superficial... Se hace pesada al principio. Si bien es verdad, que poco a poco va mejorando, aunque no deja de avanzar dos pasos y retroceder uno. Y yo creo que le hace un flaco favor a la historia, porque es una historia que merece ser contada. Pero creo que de una forma un poco más dinámica. Gran parte de las escenas no dicen nada, sirven para dar amplitud al mundo de la película, pero son insulsas y si bien cumplen con su cometido, ralentiza mucho la marcha de la película.
En la segunda parte de la misma, la cosa mejora, en el momento que todo lo que rodea a las minas, nazis, partisanos, presos, las hermanas... la Guardia Civil... se aboca a un enfrentamiento, todo gana enteros. Hay que tener cuidado con no caer en la tentación de pensar que es una película bélica, es un drama y en eso se centra. En esta segunda parte los personajes ya no pueden seguir viviendo la mentira que da cierta tranquilidad a la comunidad. Todo lo planeado llega a su fin y con eso todo cambiará.
Marian Álvarez y Manuela Vellés. Perfectas |
Las interpretaciones me parecen muy buenas, en especial la de Marian Álvarez y la de Manuela Vallés. Sin ellas esta película bajaría a menos de mediocre. El resto de interpretaciones pues... bien, están bien.
Y ahora me vais a permitir que hable del sonido... no, de la música no, del sonido. ¿A alguien más, a parte de mi, le molesta (Por ser suave) que cuando los diálogos están grabado en "directo" no se entienda a veces lo que dicen los actores? Y si a eso le sumamos que en esta película muchos hablan con acento alemán y otros muchos con acento francés, no te enteras de nada. Yo he tenido que ver escenas dos veces para entender lo que dicen. Por favor, si no quiere añadir los diálogos en postproducción, que los actores mantengan un volumen adecuado y sobretodo, que vocalicen muy exagerado. En la vida real susurramos al oído de alguien, porque sólo queremos que nos oiga ese alguien, pero en una película... el susurro es atrezzo, se DEBE de oír.
Bien, pues a pesar de lo que podáis pensar, creo que es una buena película digna de ver. Cuenta un pedacito de historia que muchos españoles tienden a pensar que es falsa. Pero esas minas existieron y el apoyo al régimen nazi también.
Ponerle nota es complicado, pero voy a ser generoso porque aunque soy consciente que la he puesto verde, es buena.
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