Cuando alguien me recomienda una película, suelo ir con pies de plomo. El que guste o no es muy subjetivo, ya que un detalle o que una trama sea más "así" pude inclinar la balanza, tanto para bien como para mal.
Jonathan White (Channing Tatum) es un joven policía de Nueva York que es
destinado a una comisaría situada en Queens, el barrio en que se
crió. Allí se reencontrará, en forma de carta anónima, con el pasado que dejó atrás pero que amenaza con volver y destruir su vida y su familia.
Estamos ante la película típica en el que el pasado intenta arrollarnos y terminar con todo. Y en este género ¿Aporta algo nuevo?. La verdad es que no. Pero salva este detalle con una segunda historia fuerte e impactante. La película se desarrolla entre el presente, donde Jonathan es un policía que intenta aprender el oficio y donde tendrá que tomar decisiones para mantener el pasado lejos y los secretos bien escondidos. Paralelamente nos cuentan la historia de él y su mejor amigo cuando eran pequeños en ese barrio. Una historia dura.
Sinceramente, creo que la misma historia contada de otra manera y poniendo un actor más compatible con este género, la película hubiera ganado enteros e incluso se podría haber estrenado en los cines, porque está película fue directamente el mercado del DVD.
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