viernes, 21 de agosto de 2020

Diplomacia


Como sabéis, en este blog tenemos especial atracción por la historia de la Segunda Guerra Mundial, por conocer los grandes momentos, pero también las pequeñas historias personales o desconocidas para la mayoría que se generaron a su alrededor. No es sólo tácticas de invasión y demostraciones de fuerza, es que desastres como guerras así nos muestran lo peor, pero también lo mejor del ser humano.Y esta es una de esas historias.
 Basada además en algo que ocurrió de verdad. Hitler, en una más de sus dementes ideas, cuando la guerra estaba en sus últimos estertores y los aliados sitiaban Berlín, decidió que si perdía, París no debía ser recuperada como estaba, y dio órdenes de que dinamitaran los principales monumentos y puentes de la ciudad. 
En esta coproducción franco-alemana, se muestra como el cónsul sueco intenta convencer por todos los medios al general alemán apostado en París, para que no cumpla esa orden. El director adapta una obra de teatro al cine, cosa que se nota, es una película que transcurre en su mayoría con diálogos entre estos dos actores, en el que se pasa de lo general a lo personal, en un intento desesperado porque París no acabe destruida. No os daré más detalles por si queréis verla, ni de cuál fue el desenlace aunque es algo que forma parte de la historia y muchos conoceréis, pero es muy interesante ver cuáles pudieron ser las razones de lo que ocurrió y mostrarnos la verdadera esencia humana.


                                      2014: Premios César: Mejor guión adaptado
                                      2014: Seminci de Valladolid: Mejor director y mejor actor (Niels Arestrup)
                                      2014: Festival Internacional de Shanghai: Mejor guión











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