miércoles, 30 de marzo de 2016

La chaqueta metálica




En la década de los 80, hubo dos películas bélicas que sobresalieron por encima el resto; Platoon y la Chaqueta Metálica. Ambas, a mi juicio, son obras maestras. Pero la cinta que nos ocupa está un peldaño por encima de Platoon.

La película, que se divide claramente en dos partes, nos lleva en esta primera al campamento de entrenamiento de reclutas Parish Island, donde un grupo de jóvenes se entrena para convertirse en Marines. Allí tendrán que lidiar con el sargento Hartman, su instructor. Este les intentará endurecer el cuerpo y la mente hasta límites más allá de lo soportable. El final de esta parte es épica y dura a partes iguales. Esa última escena en los aseos ha pasado a la historia.
La segunda parte nos lleva a Vietnam en plena guerra. Allí nos encontramos a algunos de los reclutas de la primera parte ya convertidos en curtidos soldados. Esta segunda parte nos muestra una guerra muy diferente a lo acostumbrado. A través de unos reporteros que viajan con la unidad y sus entrevistas, vemos qué opinan de la guerra los soldados. 

Esta segunda parte también es dura y nos muestra un a guerra muy  diferente a lo que nos tenía acostumbrado Hollywood en los 80'. Y no, no es una película "americana" donde los soldados son héroes liberando Vietnam del Sur. Son chicos jóvenes, personas con inquietudes cuya razón se va perdiendo por el camino hasta, en ocasiones, perderla definitivamente.

Es otra obra maestra más de Stanley Kubrick, que como todos los genios era bastante... raro. Para prueba comentar, que el orden del rodaje fue un auténtico caos. Se rodó en orden inverso, es decir, primero se rodó las escenas en Vietnam para luego rodar la parte en el campamento de instrucción. Y si era raro en su rodaje, era aún más en cuanto a la autenticidad de las escenas. El actor Vincent D'Onofrio (Soldado Patoso) se rompió los ligamentos de la rodilla a causa del peso que les hacía lleva. Poo cierto, gran interpretación.
 
Otra de las pruebas de que Kubrick quería realismo, es que escogió para el papel del Sargento Hartman, había sido Marine y por lo tanto sabía muy bien como se las gastaban en el periodo de adiestramiento. Pero fue más allá. Fue idea de él mismo el no confraternizar con el resto de actores. Nunca estaba con ellos.

Para terminar un dato que desconocía. Todas las palmeras que se ven en la película son españolas, ya que el rodaje se hizo en Inglaterra y había que imitar un paisaje asiático.


1987: Nominada al Oscar: mejor guión adaptado
1987: Premios David di Donatello: Mejor productor extranjero. 2 nominaciones
1987: Globos de Oro: Nominado a Mejor Actor de Reparto (R. Lee Ermey)
1987: Sociedad de Críticos de Boston: Mejor Actor de Reparto (R. Lee Ermey)
1987: BAFTA: Nominada Mejores efectos especiales y sonido

martes, 29 de marzo de 2016

Golpe en la pequeña China


Cuando decidimos revisionar después de muuuuuuchos años esta mitificada película, daba un poco de pavor. Uf... Golpe en la pequeña China, ¡qué recuerdos!, qué momentazos, cuánto nos hacía reir... así que, ese dvd que con tanto mimo había comprado seguía estando sin abrir.

Pero el sábado fue el día, señoras y señores, y delante de un buen papeo, este fue el resultado: No ha perdido nada. Ya, ya sé, estamos ante una película de las consideradas cutres de los 80, pero... ¡esa es su magia!, escenarios de cartón piedra, luchas absurdas, una historia disparatada...

Al frente del proyecto el gran John Carpenter, que pese a ir cosechando desastres en taquilla uno tras otro, el hombre no desistió y siguió haciendo lo que mejor saber hacer, entretener, divertir o aterrorizar sin más.

Pero vayamos al meollo: Kurt Russell (muso de John Carpenter) es Jack Burton, un camionero pasado de vueltas, macarrilla y socarrón que sin comerlo ni beberlo se ve inmerso en una aventura. A un conocido chino con el que apuesta jugando a las cartas le secuestra la novia un abuelete chino que pretende acabar con su maldición y ser inmortal, matando a una mujer de ojos verdes (un fetiche como otro cualquiera, jajaja). El caso es que buscándola se encuentran con su megatrailer en mitad de una trifulca entre dos bandas chinas rivales, que se meten galletas (chinas) por doquier, y en las que te ríes a más no poder. Una de esas bandas, (las de la cinta roja porque aquí se diferencian por colores), es la que ayuda al ancianito fetichista... y ¿a que no sabéis quién está entre esos maestros en artes marciales? ¡El mítico Al Leong, el chino que muere en todas sus películas! Dudábamos en si salía o no, cuando de pronto apareció entre la niebla liderando a la banda de chinorris de cinta roja... qué momentazo.


Las calles recreadas de Chinatown fue el gasto supremo de presupuesto para John, junto con la base del acólito y sus esbirros chinorris con poderes sobrenaturales, veáse... el que lanza rayos (aunque más bien electrocuta) y más conocido como Thor chino, el que te golpea con sus ondas y maneja las espadas como nadie (conocido como pelo pantene), y el mejor de todos, el chino con el poder de... ¡cabrearse máximamente! así, tal cual, como lo léeis, se cabrea y cabrea y no me llevéis al límite porque exploto, literalmente.


Como iba contando, mientras buscan a la adorada novia de ojos verdes, se les une Kim Catrall, una periodista que aparece por allí y decide ayudarles. Acaban en las alcantarillas de Chinatown, donde el malo maloso tiene su cubil, y donde ayudados por los chinos de una de las facciones se ven envueltos en mil luchas a cual mejor. Todo salpicado con unos diálogos de lo más cachondos en los que Kurt va de sobrado, de "aquí yo soy el mejor", pero lo hace como requiere el papel, riéndose de sí mismo, sobrellevando como puede el vestuario que le ha tocado, y sobre todo intentando mostrar algo muy importante que dijo John Carpenter sobre ese personaje: y es que realmente Jack Burton no es el héroe, es el acompañante cómico del héroe que no sabe que no es el protagonista de la historia, es un perdedor que empieza como tal, y acaba como tal; realmente el héroe es su amigo chino que es el que sabe luchar, el que conoce todas las leyendas y magia oscura, y el que le pone agallas. Jack Burton no sabe luchar, ni manejar un arma, es torpón y sólo se vale de su chulería para salir airoso de las situaciones. Y eso es lo que le da la chispa a la historia, lo que nos hace reir y disfrutarla.


Y en esta fotaza tenéis una muestra de lo que os espera: una estética cutring, mezcla de tradición china y neones ochenteros, un malo maloso y sus esbirros que no tienen desperdicio y un Kurt Russell que creo que nunca volverá a vestirse de esa manera. Para mí, ya una película de culto, guardadita como un tesoro para ver cuando apetezca pasar un buen rato y reir sin parar. Y si no me creéis... sólo puedo deciros lo que siempre dice Jack Burton: " Pero qué paaaaaasa"




viernes, 25 de marzo de 2016

Phenomenon

Esta es una de esas películas que cuando las recuerdas las clasificas dentro de las entrañables. No es la película de tu vida que te provoque una catarsis, ni un dilema existencial pero oye, toca un poquito la fibra, y si es mi caso, te hace llorar a moco tendido.

John Travolta encarna a George Malley, un sencillo hombre de un pequeño pueblo en EEUU al que el día de su cumpleaños le da una especie de parraque, ve una luz en el cielo que él identifica o cree que puede ser un ovni y se desmaya. A partir de ahí, descubre que su capacidad mental aumenta exponecialmente: lee varios libros el día, se interesa por todo, controla la telequinesia... vamos, un portento.

En ese intervalo nos muestran como es la vida en un pueblo tranquilo y rural: gente sencilla, todos se conocen, y todos se tienen calados, pero... el miedo a lo desconocido, a que algo pueda cambiar aterra, somos humanos.

John está rodeado de una serie de personajes muy interesantes, interpretados por buenos actores: Forest Whitaker, como el tímido e introvertido amigo obsesionado con Diana Ross y que desea encontrar el amor, Kyra Sedgwick, que es la nueva en el pueblo, recién llegada sola y con dos niños, y de la cual George se enamora hasta las trancas (he aquí una subtrama ñoñísima pero súper cuqui a la vez), y no me puedo olvidar del gran Robert Duvall, el médico del pueblo, que se encariña mucho con George, le tiene mucho aprecio y lo apoyará hasta el final.

A John le pega un poco el papel ese de inocentón que no se entera, y con la voz que tiene más aún, pero queda creíble aún cuando el argumento es bastante inverosímil, y... ¿quién lo necesita? yo no, jé. Quien va a creer que alguien que descubre todo eso intentará ayudar a los demás, se daráa todos sin pedir nada a cambio e intentará hacer que el mundo sea una pizquita mejor ¿eh?

Todo parece tener toques misteriosos y sobrenaturales, mezclados con la ignoracia de la gente a lo desconocido hasta que un buen día, se vuelve a desmayar, ve esa luz... y los médicos descubren que es un tumor, y que es eso lo que le provoca tener tanta estimulación cerebral, ahí lo dejo.

Una fotografía muy bonita, me encantan esos parajes de pueblo perdido llenos de campos y naturaleza, esa tranquilidad...


Si no os pongo esta conversación entre George y su amada (una vez se ha enamorado, claro) cuando han descubierto la enfermedad, reviento, porque es de los diálogos más bonitos que he oído en mi vida (y sí, es ñoño):

Ella: He intentado tanto no quererte...
Él: ¿Y cómo te ha ido con eso?
Ella: (sonriendo) Maaaal, muy mal
Él: Dime una cosa, ¿me querrías el resto de mi vida?
Ella: No... te querré el resto de la mía...

Si no estáis suspirando en este momento, es que estáis en estado catatónico.

Por último, para no daros más la brasa, la banda sonora es bueníiiiisisisisisma. La música instrumental a cargo de Thomas Newman, con mucha flauta y melodías muy tiernas, pero luego hay una serie de canciones tranquilas, preciosas, de autores muy conocidos, que os podéis poner mientras leéis un libro o en una velada romántica, son perfectas. Aquí os dejo un par de muestras:



Sólo digo que... ¡la disfrutéis!

Master and Commander

Estamos en el año 1805, Napoleón tiene a toda Europa a sus pies, Inglaterra, como primera potencia naval, resiste. El Capitán Jack Aubrey (Russell Crowe) comanda el navío británico Surprise que intenta dar caza al Acheron, un barco de guerra francés que está haciendo estragos entre la flota, tanto mercante como militar, de Inglaterra. Pero el buque francés será un desafío para el Capitán Jack y su persecución les llevará por por los mares más alejados. 

Tengo que reconocer que la primera vez que la vi no me terminó de convencer. La película en si era espectacular, los efectos muy buenos y también reconozco, que las películas de piratas son un género que me gusta. ¿Entonces? Pues por los detalles. Russell Crowe no hace una de sus mejores interpretaciones. Si en Gladiator sí es un líder convincente, aquí da la sensación de que lo es porque nadie lo tira por la borda. Además, creo que se pierde una excelente oportunidad para describir mucho mejor cómo era la vida en uno de estos barcos. Te la intentan mostrar con pinceladas, marineros apiñados, comida con gusanos... pero muy de pasada, sin centrarse en eso. Y para una película de esta índole, hubiera estado bien pasar más tiempo "bajo cubierta".

Por otro lado, las escenas de batalla, son espectaculares. Uno tiene la sensación de que las astillas de madera van a atravesar la pantalla. Y de nuevo, algo importante lo pasan muy por encima. En una batalla entre barcos, los muertos, mutilados y heridos, generalmente lo eran por astillas o trozos de madera que salían disparados. Aquí había otra oportunidad para hacer que el espectador empatizara con los marineros. Otra oportunidad perdida. En contadas ocasiones muestran las durísimas secuelas de tales batallas, al menos con el realismo que la película requería.

Como ya he dicho, la interpretación de Russell Crowe no es convincente, pero el resto del reparto fortalece la película. Desde Paul Bettany hasta los niños que salen. También, una mención especial a los diálogos, llenos de terminología marinera que ayudan mucho a crear ambiente.

Intentan darle un poco de vida al final con un giro inesperado. Aunque ahí también cojea. Tampoco es una sorpresa que le de sentido a todo o que le sume grandes cosas a la historia.

Resumiendo, lo que para casi todo el mundo es una obra maestra para mi es una película que podría haberlo sido. Quizá, porque al gustarme tanto el tema, buscara más perfección. Y con esto, no digo que sea imperfecta.
2003: 2 premios Oscar: Fotografía, efectos sonoros. 10 nom., incluyendo película.
2003: 4 premios BAFTA: Mejor director, diseño produc., vestuario y sonido. 8 nom.
2003: Globo de Oro: 3 nominaciones a Mejor drama, director (Weir), actor (Crowe)
2003: Nominada al David di Donatello: Mejor película extranjera.
2003: American Film Institute (AFI): Top 10 - Mejores películas del año
2003: Critics' Choice Awards: 3 nominaciones a Mejor película, actor y actor sec.
2003: Sindicato de Directores (DGA): Nominada a Mejor director

lunes, 21 de marzo de 2016

8 apellidos....

Ahora que ya ha pasado un poco la resaca de Ocho Apellidos Catalanes, es el momento de poder comentarlas con la objetividad que da el no estar "contaminado" por las críticas (buenas y malas) que uno recibe en una cafetería tomando café o simplemente por la calle. 

Empecemos por la primera... Ocho Apellidos Vascos.

 Rafa (Dani Rovira) es un sevillano de pura cepa. Trabaja en un bar donde gracias a su labia tiene el éxito asegurado con las mujeres. Un día conoce a Amaia (Clara Lago), una chica vasca de paso en Sevilla, y todo cambia. Tras pasar una noche con ella, esta vuelve a su pueblo en el País Vasco. En ese momento, el decide cruzar España para conquistarla, para eso, se hace pasar por vasco.

Sinceramente, en su momento no estaba entre mis diez películas a ver cuando la estrenaron. Clara Lago no es una actriz que me guste demaisado y Camen Machi... tampoco. Pero en el otro lado de la balanza estaba Daniel Rovira, cuyos monólogos me parecen buenísimos, y Karra Elejalde, que si bien no es muy pródigo en películas, siempre que aparece, destaca.

La película es un choque de culturas en toda regla. Karra es un padre vasco que no quiere saber nada de lo que pasa en el resto de España y no tolera que su hija esté con alguien que no sea de Euskalerria. Por otro lado, Dani Rovira, del sur más profundo, tendrá que hace uso de todas sus armas, incluído improvisar palabras en euskera o el intentar esconder su acento andaluz.

Hábilmente, el peso de la película cae sobre Dani, en sus chistes, gags y rápidas réplicas. A medida que la película avanza se hace más entrentenida y graciosa. Una lástima que al final decaiga un poco y es que la misma virtud que hace que la película funcione (el humor de Dani), hace que el final sea bastante blando y soso. Y es que, no nos engañemos, Dani no es actor y en registros fuera del chiste es bastante... flojo.

Aún así, la película me gustó bastante. Es entretenida y ahonda en los prejuicios que tenemos entre españoles y caricaturiza al extremo las "identidades nacionales" de cada uno.

2014: 3 Premios Goya: Mejor actor revelación (Rovira), actor de reparto y actriz de reparto
2014: Premios Feroz: 4 nominaciones incluyendo mejor comedia

Bien, y ahora vamos a por la segunda parte.

Ya cuando la anunciaron dudé de su calidad. Era estirar la goma mucho en un producto que ya había demostrado que si bien en su parte cómica funcionaba a la perfección, en las partes serias, inevitables por otro lado, carecía de peso. Pero el mercado manda.

Tras pasar meses en el mar, Koldo (Karra Elejalde) se entera de que su hija Amaia (Clara Lago) se va a casar con un catalán (Berto Romero). Entonces pone rumbo a Sevilla para convencer a Rafa e intentar que lo acompañe a Cataluña y así evitar la boda.

Como ya he dicho, uno de los activos que para mí tenía la primera parte, el gran Karra Elejalde, en esta se hace aún más importante a la par que protagonista. Lejos ya de la novedad de Dani, el personaje de Koldo se hace casi indispensable para sacar unas risas. Bajo mi punto de vista, las escenas más recordadas de esta película le tienen a él como eje principal: la llegada a Atocha en tren y su negativa a pisar Madrid, su aparición en el restaurante donde trabaja Rafa, su poema, e incluso el punto final a la película.

La historia en sí es bastante inverosímil, ya que la familia del novio finge ante la abuela del mismo que Cataluña ya es independiente,  porque esta hace años que no sale de su Masía. Por cierto, buen trabajo de Berto Romero y Rosa María Sardá.

Hay algunas cosas que no creo que hicieran falta, y que además se quedan vacías, como que a los vecinos españoles se les afinen en un bar para que no revienten la mascarada de la cataluña libre, o la irrupción de los dos amigos sevillanos de él en la boda, o la inclusión, casi con calzador, de Agustín Jimenez como guardia civil.

Como en la primera, la parte dramática del final no funciona en absoluto. Dani con cara de compungido no transmite absolutamene nada. 

Segunda parte inferior a la primera y que apunta a que no se convertirá en trilogía. Eso sí, si Don Dinero no entra en escena.




Ocho apellidos vascos
Ocho apellidos catalanes

jueves, 17 de marzo de 2016

¡Ave, César!

La nueva creación de los hermanos Cohen es una disparatada película llena de buenos momentos. Os cuento: El argumento se centra en un personaje, el de Josh Brolin, que es el jefe de producción de unos estudios de cine en plenos años cincuenta. Es una locura tratar con los actores, directores, periodistas y demás farándula, y es el eje sobre el que se presentan una multitud de personajes (actores que aunque hagan pequeños papeles son todos conocidos) sobre los que se teje la historia, o muchas pequeñas historias en sí.
Por un lado tenemos a George Clooney, que es la estrella del estudio y al que secuestran unos americanos comunistas, Scarlett es otra de las estrellas a la que hay que cubrir en sus pequeños escarceos, y un largo etc., casi como con pequeños sketches que a mí me han hecho reir bastante. Es genial ver las caras que pone George Clooney grabando una película de romanos, o ver a Channing Tatum haciendo un número musical de marineros.

Quizás a mucha gente le resulte sin un argumento específico, como con escenas inconexas, que salen del cine sin ese sentimiento de... "me ha impactado y dejado en mí un recuerdo imborrable", pero no creo que una película así deje mal sabor de boca, creo que consiguen lo que quieren, hacerte pasar un buen rato haciendo una sátira de aquel mundo, usando para ello hasta escenas absurdas (como la del visionado en la sala del proyector, que cuando la veáis me entenderéis). Como un gran sainete a la estadounidense.


 Ponerme a relatar la cantidad de actores que deben de ser amigachos de los Cohen sería interminable, pero viene a ser un mejunje que para mí ha salido bien. La ambientación, esa especie como de homenaje a las grandes películas de estudio americanas de aquellos años, pero a la vez retratando todo el submundo de tejemanejes que se movía, dinero, poder, y como no, la presencia del comunismo y el terror a ser un actor comunista y que te denunciaran por ello. Una gran sátira llena de buenos momentos, a alguien que yo me sé que está ahí arriba le hubiera encantado, va por ti ;)

 2016: Festival de Berlín: Sección oficial largometrajes (fuera de concurso)

lunes, 14 de marzo de 2016

La sombra del poder

Una película que la verdad no conocía, y cómo este género siempre me ha gustado, ayer que tenía la tarde/noche tranquilita digo... por qué no.

Un thriller con el periodismo y política revueltos siempre puede enganchar si está bien hecho, y más en los tiempos que corren. De entrada el elenco llama la atención: Russell Crowe, Ben Affleck, Helen Mirren, Robin Wright, Rachel McAdams, Jason Bateman... no está mal, me anima a verla.

Russell es un periodista del Washington Globe, que se las sabe todas, atormentado y más seco que el esparto, pero que como periodista vale un potosí y es el amigo más leal. Pero cuando su entrañable amigo Ben Affleck, (un congresista con muchas aspiraciones políticas), se ve envuelto en el asesinato de la amante que tenía y todo sale a la luz... ese periodista nato que lleva se ve obligado a investigar qué ocurre.
Parece una premisa sencilla, muy manida, que sólo va a ser un culebrón de político casado y respetable que tiene una amante, pero para nada, hay mucha intriga, los actores me parecen muy buenos, me vuelve loca el rollito de redacción de periódico...


Rachel McAdams en la periodista novata que le interesa dejarse los cuernos para conseguir algo bueno,  quiere aprender, y Helen Mirren la directora dura del periódico. A pesar de que dura sus buenas dos horas no se me hizo larga, mantiene el interés, el ver como se destapan secretos mucho más allá de la muerte de esa chica cuando empiezan a desenrollar la madeja,  el como las estructuras de un estado pueden venderse al dinero o el poder, porque aparece una relación con una empresa que se dedica a proporcionar al estado militares mercenarios que participan en guerras por una buena cantidad de dinero, claro.

Deciros que esta película es una versión de una buena miniserie de la BBC que tuvo mucho éxito en 2003, llevándose varios premios Bafta y que seguro que está de rechupete aunque el argumento sea el mismo y hayamos visto la otra previamente. La BBC nunca falla, muchachos.


Como veréis, en la versión inglesa y americana su título State of play, es mucho más adecuado a mi parecer. Aquí en la versión inglesa destacan Bill Nighy (ese hombre hace de todo), y un jovencito James McAvoy, antes de saltar al súper estrellato de X-Men, y  que curiosamente, participó con el director de la película americana Kevin MacDonald en El último rey de Escocia.

viernes, 4 de marzo de 2016

Prometheus

Ridley Scott es difícil que falle, y más en una saga que conoce a la perfección. Eso sí, aquí había que plantearse un comienzo, ya no es aquel bicharraco con ácido como sangre que nos hacía dar botes en el asiento, a la vez que nos moríamos del asco mientras temíamos por el destino de la humanidad. Ahora hay que dar respuestas.
¿Las da? Pues... algunas sí, pero te crea muchas más y otras cosas no se entienden bien, aunque creo que eso va más bien preparado a continuar la saga.
A mí me parece que casi llega a la definición de peliculón: Un grupo de historiadores arqueólogos descubren en una cueva perdida en Escocia unas pinturas que son parecidas a muchas otras encontradas en distintos lugares del mundo y con miles de años. Indican un lugar en las estrellas, tan lejano que sólo puede ser una invitación...
Así que un megamillonario decide sufragar una expedición espacial a aquel lugar con un conjunto de científicos (biólogo, química, geólogo, etc) para descubrir si la teoría de que allí podrían estar nuestros creadores es cierta. Por eso aquello de Prometheus, el mito sobre el que Prometeo fue el creador de los hombres, o aquel que nos dio el fuego, el que nos proporcionó la civilización. Vemos cosas que nos recuerdan a la Alien original, la primera: el miedo de qué especie es esa, el androide psicópata (válgame la incoherencia), y otras cosas distintas a la peli original.


Visualmente es espectacular, creo que nos devuelve a la esencia de la ciencia ficción, lugares fríos pero atrayentes, con esos interiores oscuros, en los que la única iluminación es la de las pantallitas y botones de la nave... ¡me encanta! Proporciona un ambiente unido al poco argumento que hay, de misterio, de búsqueda...
La música de Marc Streitenfeld está muy bien acoplada, suave y preciosa en los momentos de descubrimiento, que te transmite emoción, ilusión ante lo que se avecina, y el miedo ante lo desconocido, o el terror en otros momentos.
Ridley escoge un elenco de actores importantes, mezclados con otros desconocidos: Charlize Theron como la jefaza de la nave, fría, calculadora y ambiciosa, Idris Elba como el capitán de la nave, Michael Fassbender en el papel del androide, Noomi Rapace como la soñadora arqueóloga... el único que no me gusta para la elección es Guy Pearce avenjentado... no queda nada creíble a mi parecer.


Así que en conclusión, si os gusta el género os la recomiendo, porque la váis a disfrutar, nada como volver a esas sensaciones de siempre, y esperar a la siguiente Ridley!

2012: Oscars: Nominada a mejores efectos visuales
2012: Satellite Awards: 2 nominaciones técnicas
2012: Premios BAFTA: Nominada a mejores efectos especiales visuales
2012: Critics Choice Awards: Nominada a Mejor película de ciencia-ficción/terror
 
 


martes, 1 de marzo de 2016

Oliver Platt

Empieza aquí una sección más, en este caso un pelín digamos... reivindicativa. Normalmente, en una película nos fijamos casi exclusivamente en los protagonistas, en aquellos que destacan u ocupan la mayor parte de minutos en nuestra pantalla, (o simplemente en los que son guapos/as reconozcámoslo), pero... ¿y los secundarios? ¿o terciarios? ;) Aquellos que hemos visto miles de veces en películas de compañero de aventuras, de paño de lágrimas, de amigo de juerga del protagonista... Los que dan empaque, profundidad a los principales, a su historia, y llegan (si son buenos actores y hay buen guión) a hacer la película mucho más interesante, llegando el caso de que hasta nos encariñemos más con ellos que con cualquier otro.
Pues sí señores, en esta sección vamos a hablar de los eternos secundarios, de los que reconocemos su cara pero nunca nos sabemos su nombre, de esos que pasan sutilmente por nuestra pantalla y se ganan las habichuelas haciendo de partenaires del prota de turno.
Y aquí va el primero, ¿lo reconocéis, no? Ya otra cosa es saber su nombre, os lo presento:Oliver Platt, un secundario de toda la vida, un hombre de ahora 56 años que hemos visto multitud de veces, un estadounidense que ha hecho de (casi) todo. Porque oiga, si uno no puede ganarse la vida de galán por no ser muy guapo y estar gordito... hay mil papelazos más, y creo que incluso no tiene nada de malo dedicarse a ser secundario, es como una especialización ¿no? Además, destaco como una cualidad suya la versatilidad que tiene, le gusta interpretar siempre personajes distintos.

Repasemos ahora algunas de aquellas películas de las que seguro os acordaréis y que guardo en mi memoria, porque Oliver tiene en su haber más de 50 películas:

La primera en la que le recuerdo, aunque ya había hecho unas cuantas antes es Línea mortal, dirigida por Joel Schumacher, una película con los ídolos del momento: Kiefer Sutherland, Kevin Bacon y una jovencita Julia Roberts, en la que 4 estudiantes de medicina, incluído Oliver, deciden dedicarse como el que come pipas a experimentar en sí mismos las experiencias cercanas a la muerte, no digo más. A mí es una película que siempre me ha gustado mucho.


Otra que recordaréis es una moderna versión de Los tres mosqueteros, donde encarna a Porthos nada menos, acompañado por Kiefer Sutherland (de nuevo), Charlie Sheen y un jovencito Chris O'Donnell.


Tenemos también Decisión Crítica, donde interpreta junto a Kurt Russell a un ingeniero aeronáutico que se ve inmerso en intentar el rescate de un avión secuestrado, y Tiempo de matar, de la que dejé un post no hace mucho, donde hace del amigo abogado sureño y golferas de Matthew McConaughey, que se dedica en exclusiva a casos de divorcio.



Ya más recientes sale en El hombre bicentenario, En el punto de mira, X- Men: primera generación, y últimamente, y como buen recurso a muchos actores se ha estado dedicando a hacer series, por una de las cuales llamada Huff, (en la que intervino del 2004 al 2006, y que versa sobre un psiquiatra con inestabilidad emocional), estuvo nominado a un emmy y globo de oro como mejor actor secundario. Actualmente ha comenzado una nueva serie llamada Chicago Med en la que participa como uno de los protagonistas.


Ha participado en muchas otras películas que conoceréis seguro, pero aquí os he dejado sólo una muestra para que lo conozcáis un poco más, nos fijemos más en los secundarios y pensemos que a la gente que va cumpliendo años también hay que valorarlas y seguir dándole oportunidades, y recordad, la próxima vez que lo veáis en pantalla decid, oh! es Oliver Platt!!








Acusados

Estamos ante una película dura. Sí, aunque estemos acostumbrados hoy en día a tratar y ver todo tipo de catástrofes en los telediarios, y películas en la que vemos todo tipo de violencia, creo que cualquiera con un mínimo de sensibilidad no se puede quedar impasible ante esto.
¿Es moralista? Puede, pero ¿cómo no serlo en este tipo de cosas? La historia recrea un hecho real, la violación y vejación que sufre una chica por unos cuantos desalmados en bar cualquiera y los sucesos posteriores, con juicio incluído. Aunque pueda parecer rollo telefilme, los actores y como lo cuentan, lo convierten en algo imprescindible de ver.

Las dos protagonistas son: una joven Jodie Foster, interpretando a una chica alocada, con una vida complicada, malas relaciones con los hombres, un pasado que quizás la haya convertido en lo que es, y en el punto de mira de quienes no tienen conciencia. Por otro, Kelly McGuillis, en voga por aquella época tras éxitos como Top Gun o Único testigo, y sobre la que he leído que le ofrecieron el papel de Jodie, pero lo rechazó porque de joven fue violada a la entrada de su casa y no quería sumergirse en ese tipo de sentimientos de nuevo.


El director Jonathan Kaplan (que fue más conocido como director de series de éxito como Urgencias), creo que consigue perfectamente que te sientas como ella, ya seas hombre o mujer, recreando todos esos sentimientos encontrados  de Jodie, desde el... ¿Hice lo correcto al bailar así aquella noche? ¿Soy yo la mala? hasta el enfado, la reacción, el que pese a todo sepas que los malvados son ellos...
Por eso aquello de la moralidad, he leído que es muy moralista, que intenta guiar sobre qué opinar, o ser maniqueísta, pero no estoy de acuerdo. No la veo ejemplarizante, creo que intenta reflejar al ser humano, como se puede estar fuera del bien y del mal en cuanto te ves en grupo, o fuera de miradas que te juzguen. Y sí, claro que plantea dudas... con el tipo de comportamiento de Jodie Foster (que por cierto, actúa de maravilla aquí, de hecho ese año ganó el oscar a mejor actriz), el como se comportan los que la violan, los que miran, el hecho de que sólo uno logre reaccionar, y el hecho, de que otra mujer, trabajadora del bar y amiga suya vea lo que ocurre y no haga absolutamente nada... ¿miedo? ¿pensaba que se lo merecía por ser como era?
El momento de la violación está muy bien recreado, con planos cercanos, no te deja apartar la vista, de hecho consigue que te sientas mal... como si tú fueses un espectador más de los que está en el bar y no estuvieses haciendo nada por ella, es angustioso.Y luego las escenas durante el juicio, o mientras la abogada intenta ayudarla y ves las miradas de los demás, por como viste, de donde viene...

En fin, que os la recomiendo mucho, pero tenéis que estar preparados cuando os decidáis a verla.

1988: Oscar: Mejor actriz (Jodie Foster)
1989: Premios BAFTA: Mejor actriz (Jodie Foster)
1989: Festival de Berlín: Sección oficial de largometrajes
1988: Premios David di Donatello: Mejor actriz extranjera (Jodie Foster)
1988: Círculo de Críticos de Nueva York: Nominada a Mejor actriz (Foster)