miércoles, 27 de julio de 2016

Libertad

Libertad... Nadie me la recomendó, ni siquiera nadie me habló de ella, pero la sinopsis parecía interesante y en honor a al verdad, diré que es interesante.

Dos hombres separados por 100 años están unidos por un viaje. En 1856, el esclavo Samuel Woodward y su familia, escapan de la plantación Monroe, cerca de Richmond, Virginia. Cazado por el esclavista Plimton, Samuel tendrá que elegir entre la venganza o la libertad. 
Por otro lado, 100 años antes, a principios de 1748, John Newton, el capitán que negocia con esclavos de África, está a cargo de la embarcación que lleva un nuevo cargamento a América. A bordo está el tatarabuelo de Samuel, quien sobrevive al destino marcado por el capitán Newton. El viaje cambiará la vida de Newton para siempre y creará el legado que inspirará a Samuel.

La película tiene dos hilos argumentales que se van mezclando mientras la abuela de Samuel le cuenta a este, como su tatarabuelo llegó a América. 

A modo de flashback, vemos al Capitán Newton, un hombre que no es afín a la esclavitud, pero que se verá obligado a capitanear un barco lleno de esclavos desde Inglaterra. Newton, nada creyente, se aferrará a la biblia que su prometida le regala para el viaje. En este viaje, volverá a sentir la llamada de Dios... 

En el "presente" Samuel y su familia, intentarán llegar a Canadá mientras les persiguen con el fin, de vivos o muertos, llevarlos ante su amo. En el camino, encontrará gente que intentará ayudarles incluso poniendo en peligro sus vidas. 

Bien... ¿Qué tenemos? Tenemos dos historias, que tanto por separado como contadas de esta forma podrían funcionar. Dos historias dignas de contar. ¿Entonces? ¿Por qué habéis adivinado que no me gustó?.

Vayamos por partes. El hilo de Samuel, interpretado por Cuba Gooding Jr., es interesante sí, pero incluso cuando sabes que les pisan los talones no te da la sensación de agobio. Igual es por la TOTAL inexpresividad del bueno de Cuba, que mismo le da si lo disfrazan de blanco como si tiene que subir a un tren.

Por otro lado, el viaje del Capitán Newton pues... peca de lo mismo, incluso en la tempestad no tienes la sensación de "peligro". Eso sí, es muy gráfica a la hora de mostrar como viajaban los esclavos de camino al nuevo mundo.

Y ahora hablemos de lo que no me gusta... El ritmo de la película es nulo, y no por los flashback, simplemente es nulo. Escenas que parecían haber sido cortadas en postproducción y añadidas finalmente para dar más duración a la película que aún así, dura poco más de hora y media. Newton... un hombre que se encontrará consigo mismo... o lo que es lo mismo en el tono claramente religioso de la película, se encontrará con Dios y ya con eso, parece que su vida cambia y todo le va bien,y es un hombre nuevo... da igual si has llevado un barco lleno de esclavos, no pasa nada hombre, has encontrado a Dios. Y ya el fin de los fines... a mitad de película, un marinero negro se pone a cantar... bien no pasa nada, el tipo tiene buena voz, pero entonces te das cuenta que no sólo está cantando... si no que lo está haciendo en plan musical. Bueno... lo dejo pasar y cuando vuelve a aparecer el marinero negro cantarín... vuelve a cantar en plan Disney... y canta la prometida de Newton en la iglesia mientras reza, y canta el ¡Capitán Newton! ¡No! no es un musical... o... ¿Sí? ¡Qué alguien me lo explique! Hasta como musical es mediocre con tendencias basuriles.

La película aburre por momentos en las que el tono victimista de ambos personajes, Samuel y Newton, llegan casi a la arcada.

Puedes verla si quieres, pero... en fin...



lunes, 25 de julio de 2016

Stargate

Stargate, puerta a las estrellas, uuuhhhh, ya sólo su título invitaba a verla, ¿¿y hace la friolera de 22 años ya de su estreno?? Qué viejuna me siento...

Cuando se estrenó tenía todos los ingredientes para que me llamara la atención: Egipto, pirámides, arqueología, aventura, extraterrestres, posible acción, Kurt Russell... Sí, a la tierna edad de 17 años Kurt me parecía todo un hombretón.

Quizás pasa muy por encima del apartado histórico para ir al meollo de lo más llamativo, que son los extraterrestres, pero creo que lo hilvanan muy bien. En unas excavaciones en Egipto, a principios de siglo XX, encuentran unas misteriosas estructuras enormes con forma circular que no saben para qué pueden servir, o que significado tienen. Décadas después, la hija de uno de los mecenas de la excavación (y forradísima, of course), se encarga junto con el gobierno, de intentar descubrirlo en unas instalaciones militares súper secretas. Para ello, reclutan a un joven (y un poco alelado socialmente) científico, en este caso interpretado por James Spader, para intentar dar con la clave de... La puerta de las estrellaaaaaas, tachán. Kurt Russell interpreta a un frío e implacable militar, destrozado por la muerte de su pequeño y al que no parece importarle nada ni nadie excepto su misión.

El joven lingüista, descubre que son necesarios una serie de símbolos, en un determinado orden, y cuando consiguen marcarlos en la "puerta", algo ocurre... y por supuesto, aquí empieza la aventura, necesitan cruzar al otro lado, ver qué es todo aquello. 

A mí, sinceramente me enganchó, fanática de la historia, de los muchos misterios que contiene, estaba encantada con saber qué posible explicación le daban, y al uso de las pirámides. La música lo envuelve todo y me parece buena y preciosa, desde el comienzo de la película, con los primeros planos de una máscar egipcia, y reconozco que también servía para crear tensión (y miedito) cuando aparecieron los primeros esbirros como dios Anubis (el cabeza de chacal).

                                    Aquí a puntito de hacerse popó ante los soldados Anubis.

El director, Roland Emmerich, se ha especializado en películas de desastres naturales, apocalípticas, en las que la humanidad se enfrenta a una amenaza (Independence Day, 2012, El día de mañana, Godzilla, y la genial El patriota), así que está acostumbrado al uso de efectos especiales, y grandes escenarios, que es lo que más me gusta. No esperéis coincidencias históricas ni gran profundidad, pero sí entretenimiento, y sobre todo ganas de estrangular al que hace de Ra, que vaya grimita que da. Para los que la hayáis visto, sólo recordar la mítica escena de... ¿Mani? ¡Mani güé!

La temática tuvo tanto éxito que de ahí salió una serie de tropecientas temporadas, llamada SG1 y en el que los militares iban visitando mundos a través de las puertas, Stargate Universe y Stargate Atlantis, así que, si os va este rollo, ¡a disfrutar!


viernes, 22 de julio de 2016

El pregón

Llevo una temporada que estoy viendo más cine español que de costumbre. No soy un gran amante de ello, lo reconozco. Películas que para algunos son casi de culto (Almodovar en general), para mi no son gran cosa. Pero de vez en cuando cae en mis manos una película que sin ser merecedora de Oscar, al menos, entretiene. Como es el caso.

Los hermanos Osorio, glorias olvidadas de la música electrónica de los 90 con el grupo Supergalactic, años después han tocado fondo, totalmente olvidados. Cuando les contratan para ir juntos a dar el pregón en su pueblo natal no imaginan la que se les viene encima. Sus intenciones de llegar, ganar el dinero y salir corriendo se ven truncadas por planes secretos, hordas de fans y tradiciones ancestrales.

Ya en la sinopsis huele a película de enredos y situaciones divertidas. Y así es. Aunque algunas no son demasiado ingeniosas otras sí te sacan la sonrisa. Los Osorio, lío tras lío, van avanzando en ese fin de semana de fiestas locales. Ellos, con sus personalidades totalemente opuestas, intentarán solventarlos como puedan. Juan, el mayor (Andreu Buenafuente) tiene los pies sobre la tierra. Divorciado y con un niño al que hay que ponerle aparato, únicamente quiere el dinero dándole igual la fama de sus éxitos pasados. En cambio,  Ricardo, o Richi como él quiere que le llamen (Berto Romero), sigue viviendo en el pasado y sigue creyendo que es una estrella.

Cena de bienvenida...
La química entre ambos es notable, se nota la cantidad de tiempo que pasan y han pasado juntos. Los gags y las situaciones, algunas de ellas, son divertidas y todo el humor se basa en los malos entendidos y en las tradiciones "peculiares" del pueblo.

Quiero hacer mención especial a Jorge Sanz. En el papel del alcalde del pueblo. Inmenso, me
encantó. Y sin grandes alardes. Es la diferencia entre actuar y sobreactuar. Y ya que estoy en eso, diré que todos actúan de una forma muy natural, lo que le da cierta frescura a la película.

No es una película que supere a muchas de las españolas de la escena actual, pero sí te permite pasar un buen rato. Y últimamente nos hace falta eso. Imagino que como aval de lo que os digo, os diré que uno de los guionistas también estuvo involucrado en el guión de 8 Apellidos Vascos, película que me gustó de sobremanera. La segunda parte...

miércoles, 20 de julio de 2016

Resucitado

Sinceramente, las películas que desprenden cierto aroma religioso me tiran para atrás a la hora de verlas. Su punto de vista suele ser "mostrar cómo pasó" en vez de contar "cómo podría haber pasado". Al leer la sinopsis de la película me di cuenta que quizá está película querría contar la misma historia desde diferente punto de vista. Así que me arriesgué.

Estamos en Jerusalén, un joven centurión romano recibe, por parte de Poncio Pilato, Prefecto de Judea, la misión de investigar la misteriosa desaparición del cuerpo de un predicador nazareno crucificado hace tres días, y los crecientes rumores sobre su resurrección.

El planteamiento es original y enseguida nos sumerge en la Judea romana de la época. La ambientación es perfecta y pronto te das cuenta que no estás viendo una película más de romanos.

La película empieza con el centurión Clavius (Joseph Fiennes) intentando capturar a Barrabás para de una forma sutil terminando frente a la figura muy humana de Jesucristo crucificada. Una escena mucho más real y dura de lo que nos tienen acostumbrados en las películas religiosas. Allí, frente a los crucificados gritando de dolor decide poner fin a sus sufrimiento rompiéndoles las piernas. Cruel sí, pero era una práctica común. A todos excepto a Jesucristo, el cual parece ya muerto y al que atraviesan el tórax con una lanza certificando su muerte. Es la primera vez que veo representado el rostro de una persona muerta de forma tan real. La escena siguiente llevando a los muertos a la fosa común, también es bastante real y dura. Todos excepto Jesús, ya que el centurión permite que sus seguidores se lo lleven y le den sepultura. Eso sí, para evitar que el cadáver sea robado, la tumba será sellada y custodiada por soldados. Pero el nazareno desaparece... A partir de aquí comienza un viaje de investigación para el centurión.
Clavius haciendo amigos

La película se podría dividir en dos partes muy diferentes. La primera, la investigación de Clavius, buscando explicaciones, interrogando gente, buscando testigos... intentando ser objetivo. Esta parte me apreció muy interesante y te atrapa, pues el espectador también puede sacará sus conclusiones sobre lo que va descubriendo, incluso el espectador no creyente se meterá en la película.
La segunda parte es donde pierde gas. Una vez que es evidente la resurrección todo va cuesta abajo.

Evidentemente, la historia es la que es y pocas sorpresas se podían esperar, pero al contrario de lo que parecía, es una película que quiere mostrar "mostrar cómo pasó", en lugar de contar "cómo podría haber pasado".

Joseph Fiennes es una actor que me gusta, pero en este papel no está muy afortunado. Su cara es siempre impasible. No expresa nada y otra cosa no, pero la historia da bastantes giros como para que el personaje, al menos , se quede con la boca abierta.




martes, 19 de julio de 2016

Forsaken

Bueno, vamos con una del oeste, y del oeste a la antigua usanza, nada de vaqueros contra aliens, ni cazadores de pieles contra indios.. no, oeste del duro, del tradicional, del pueblo sometido al malo malote.

John Henry (Kiefer Sutherland) regresa a su ciudad natal tras haber abandonado su vida como pistolero y su reputación como veloz asesino, con la esperanza de arreglar la relación con su padre, el reverendo Clayton (Donald Sutherland). Al llegar, descubre que una banda tiene aterrorizado al pueblo con el fin de conseguir que los terratenientes vendan sus tierras para que el tren pase por el pueblo. John Henry no quiere inmiscuirse, ha abandonado las armas, pero será sometido a tal presión que le obligarán a tomar una decisión.

Como veis, la historia es totalmente reconocible, es la base de casi cualquier western que se precie. En cuanto a la historia no ofrece casi nada nuevo. El punto fuerte de la película es otro. ¿Cual? Los Sutherland. Los duelos interpretativos entre padre e hijo son brutales. Cada escena que comparten en solitario es digna de ver. Diálogos duros y a la vez llenos de emociones. Por ejemplo la primera, en la que que John vuelve a casa. Vemos al reverendo Clayton sentado y leyendo, mientras intenta aparentar que no le afecta la llegada de su hijo. Este, frente a él, es todo lo contrario. Su rostro está lleno de emociones mientras intenta mantenerlas a raya. Y el director lo sabe y salpica toda la película de este tipo de escenas. 

Los Sutherland
¿Y la acción? En su justa medida y sin dar tiempo a echarla de menos. No es Tarantino, ni Clint Eastwood, pero los tiroteos están muy bien puestos y con ritmo. En muchas escenas de este tipo, me recuerda a las películas antiguas del oeste, tienen ese sabor, ese pistolero que se esconde detrás de la mesa, o el que aparece en el tejado...

La banda sonora, de Jonathan Goldsmith, me parece muy buena. Instrumental y bien llevada, ayuda muchísimo a meterte en la película. A veces lo hace tan sutil que no te das cuenta de ella, o no te percatas de que no hay música.

Como he dicho al principio, es un western de los tradicionales, así que aparecen tópicos de este tipo de películas. pero no le resta, ya que esperas este tipo de comentario o aquel comportamiento en determinados personajes.

Me pareció una muy buena película, a pesar que no soy muy fan del género.



El trailer está en inglés, pero os dará una visión general de lo que os podéis encontrar.



domingo, 17 de julio de 2016

Frágiles

Una de miedito para las noches de verano. Me gustan estos directores que se centran en un género e intentan darles vueltas de tuerca para poder ver el terror desde distintas perspectivas. Y Jaume Balagueró es uno de ellos. En este caso, digamos que con clichés a tutiplén pero salvable.

Nos encontramos en la isla de Wight, en el Reino Unido, en un hospital antiguo, que va a ser desalojado y en el que sólo quedan unos cuantos niños con problemas respiratorios por trasladar. Porque claro, de todos es sabido que en los países donde está siempre nublado y llueve da más yuyu... Imagináos eso mismo en Calasparra, ¿no tendría el mismo efecto en vuestras impresionables mentes, verdad? Pues allá que se fue Jaume.

Así que, en ese entrañable lugar nos encontramos, y a él acude Amy, una enfermera norteamericana (que no sabemos muy bien qué hace ahí) para suplir a otra enfermera en el turno de noche.

La ambientación me gusta, la música que nos calzan desde el primer momento también, me recuerda a los comienzos de las películas de Hitchcock con un piano que nos agobia y que nos proporciona tensión. Me gusta que pese a ser una historia quizás ya vista, engancha, me mantiene intrigada. La enfermera del turno de noche se va debido a sucesos extraños que ocurren, un niño en mitad de la noche grita de dolor y se le ha fracturado la pierna, y nadie sabe como ha sido... Y cuando Amy llega, una de las niñas le cuenta la historia de Charlotte, la niña "mecánica" que vive en la planta de arriba clausurada hace muchos años; niña que dice que anda algo... enfadada, digamos.



Hay tres cosas que no me acaban de gustar: primero, los actores escogidos no me llegan a transmitir mucho... Calista Flockhart no es santa de mi devoción, aunque tengo que reconocer que en esta película está más contenida en gestos, y me resulta más creíble. Segundo, el final. Yo para este tipo de películas siempre he preferido más la insinuación, el miedo a qué podrá ser, más que a la información directa. Es lo que me mantiene en vilo, encogida, con los músculos en tensión. En este caso la historia me gusta hasta los últimos 15-20 minutos, cuando todo se "resuelve" y veo cosas incoherentes dentro de lo sobrenatural, of course (si la habéis visto igual sabéis a qué me refiero), y por último, la pequeña subtrama de Amy como ser atormentado por haber cometido una negligencia en el pasado con un niño, y que la arrastra a tomar pastillas, ufff, no está nada trabajada, y no la ves para nada a ella en ese papel, no sé si es porque me parece que actúa mal o porque no está muy conseguida esa parte de la historia, pero no.

Pese a todo, es una película que se puede ver, y que, para los que os guste el género, os entretendrá.

2005: Goya: Mejores efectos especiales
2005: Festival de Sitges: Sección oficial largometrajes a concurso


viernes, 15 de julio de 2016

Policías de Queens

Cuando alguien me recomienda una película, suelo ir con pies de plomo. El que guste o no es muy subjetivo, ya que un detalle o que una trama sea más "así" pude inclinar la balanza, tanto para bien como para mal.

Jonathan White (Channing Tatum) es un joven policía de Nueva York que es destinado a una comisaría situada en Queens, el barrio en que se crió. Allí se reencontrará, en forma de carta anónima, con el pasado que dejó atrás pero que amenaza con volver y destruir su vida y su familia.

Estamos ante la película típica en el que el pasado intenta arrollarnos y terminar con todo. Y en este género ¿Aporta algo nuevo?. La verdad es que no. Pero salva este detalle con una segunda historia fuerte e impactante. La película se desarrolla entre el presente, donde Jonathan es un policía que intenta aprender el oficio y donde tendrá que tomar decisiones para mantener el pasado lejos y los secretos bien escondidos. Paralelamente nos cuentan la historia de él y su mejor amigo cuando eran pequeños en ese barrio. Una historia dura.




En cuanto a las interpretaciones... todas son bastante buenas, los ya veteranos  Ray Liotta y  Al Pacino elevan el nivel, afortunadamente. Sí, afortunadamente, porque si Channing Tatum encaja mejor en películas como J.I Joe, Asalto al poder o Magic Mike XXL, en esta no ¿Por qué? Porque no puede trasmitir emociones y aquí tiene que interpretar un papel con las emociones a flor de piel. Puede poner cara de enfadado, pero sus gestos y su cara cuando "se muere de pena" no son creíbles. En absoluto. Como su bigote.


Sinceramente, creo que la misma historia contada de otra manera y poniendo un actor más compatible con este género, la película hubiera ganado enteros e incluso se podría haber estrenado en los cines, porque está película fue directamente el mercado del DVD.



sábado, 9 de julio de 2016

Corazón Rebelde

Esta es de esas películas en la que puedes decir que un solo actor con su presencia, puede convertir lo mediocre en algo bueno. Por supuesto hablo de Jeff Birdges.

La película, a la que como siempre le va más su título original: Loco corazón tiene un argumento manido, simple, previsible. Un famoso cantante country en sus horas más bajas, viviendo del recuerdo de lo que algún día fue, dedicándose a hacer giras por bares de pueblo y boleras. Mayor, alcohólico y hundido, no es capaz de escribir una sola nueva canción; ese es Bad Blake.

Con esa introducción no te esperas un buen final para Bad, pero... aparece en su vida una periodista local, mucho más joven que él (Maggie Gyllenhaal), que le admira, y le muestra esa pasión que él ya ha perdido, haciéndole creer que todavía puede tener alguna ilusión en la vida.

En este tipo de películas, sencillas, con una historia que nos recuerda a lo ya visto, es fundamental que al menos los personajes estén conseguidos, sean redondos, y los actores buenos, y además de Jeff, nos encontramos con Maggie, con el gran Robert Duvall, que es como su voz de la conciencia, aquel maestro al que siempre recurrimos para que nos guíe; y sorprendentemente a Colin Farrell, haciendo de la nueva estrella del country, cosa que no hace más que recordarle a Bad lo que ya nunca volverá a ser.

Una de las cosas que más me dejó enganchada a esta película fue la música (sí, me gusta el country oiga), las de esta película en concreto me parecen geniales, con unas letrazas, porque al contrario de lo que pueda pensar la gente, el country no se compone sólo de canciones pegadizas sobre ir a recoger el maíz. Como dice Blake cuando le preguntan... ¿De dónde saca sus letras? y él contesta: "Desgraciadamente, de la vida". Letras tristes pero preciosas, y además, descubriendo a un Jeff Bridges cantante y músico. De hecho, él compagina su vida como actor con las giras que hace con su grupo. La canción The weary kind es...


Yo creo que Jeff consigue transmitir todo ese hastío, esa desidia por todo y a la vez esa llamita interior de que algo le haga sentir de nuevo que está vivo, de sentir amor, ilusión, y que su pasión por la música se refleje en algo más que en bares de carretera y acostarse cada noche con una mujer de la que ni se acordará al minuto siguiente. No en vano ese año ganó por fin el oscar, el globo de oro, el de sindicato de actores, todo por mejor actor. Os la recomiendo, pero no en un día que estéis depres.

2009: 2 Oscars: Mejor actor (Jeff Bridges), canción. 3 nominaciones
2009: 2 Globos de Oro: Mejor actor principal - drama (Jeff Bridges), canción
2009: 2 nominaciones Premios BAFTA: Mejor actor (Bridges) y Música
2009: Premios Independent Spirit: Mejor actor (Jeff Bridges)
2009: Satellite Awards: Nominada a mejor actor drama (Jeff Bridges)
2009: Asociación de Críticos de Los Angeles: Mejor actor (Bridges) y banda sonora
2009: 2 Critics' Choice Awards: Mejor actor y canción
2009: Asociación de Críticos de Chicago: 2 nom. incluyendo a Mejor Director novel
2009: Sindicato de Actores (SAG): Mejor actor (Jeff Bridges)
 
 

Tenemos que hablar

"Tenemos que hablar"... esa frase tan común y peligrosa que cuando se la escuchábamos a nuestra pareja sabíamos que dejaría de serlo en un plazo máximo de 15 segundos. El título y el elenco de actores me hizo darle una oportunidad.

Nuria (Michelle Jenner) lo tiene todo para ser feliz: un buen trabajo, una casa maravillosa y un novio perfecto con que se va a casar. Sólo le falta una cosa: los papeles del divorcio. En cambio, su marido, Jorge (Hugo Silva), está en paro, sin novia y sin haber olvidado a Nuria. Sigue traumatizado porque durante la crisis convenció a los padres de Nuria (Verónica Forqué y Óscar Ladoire) para que invirtieran en preferentes y propiedades, lo que los llevó a la ruina. Cuando ella va a pedirle los papeles del divorcio, un mal entendido hará que Nuria se planté hacerlo de la manera más suave...

Como he dicho al pricipio, el elenco de atores y actrices me dieron el empujón definitivo para verla. En general crean un buen grupo en donde las situaciones hilarantes y surrealistas se irán sucediendo mientras Nuria intenta que Jorge se vaya sintiendo mejor para pedirle la firma. Las tramas se van cruzando lo que hace mucho más caótica y divertida los encontronazos. Suena bien ¿Verdad? Bueno no lancemos las campanas al vuelo.

Los diálogos creo que son mejorables y curiosamente, la interpretación más floja me parece la de
Michelle Jenner. Me da le sensación incluso, que a veces es muy superficial y poco creíble. De los padres de ella, tanto Verónica Forqué como Óscar Ladoire me parecen perfectos. Cada uno en su papel y tirando de carisma, ayudan a que la película avance. Belén Cuesta está muy bien también en su pequeño papel, sumando líos y mal entendidos. Hugo Silva, actor del que ya he dicho muchas veces que me encanta, en este caso lo veo hasta incómodo a veces, no lo veo muy integrado en la película, a veces es como si él pensara "Sí, esto está bien, pero yo lo haría de otra forma". Aun así tiene una actuación más que correcta. Y ¿Qué decir de Ernesto Sevilla? Papel corto, con escenas cortas pero imprescindible. Sin él, la película pasaría a un nivel mediocre rápidamente. Al terminar la película, y mientras salen los créditos, no os perdáis la escena en el que Ernesto y Belén están en el bar hablando sobre lo importante que es, que un español le quite la novia a un argentino.

¿Y el desarrollo? Bueno, la película avanza a buena velocidad, a veces parece qua se atranca pero nunca se para. Sigue la misma línea maestra de infinidad comedias románticas, así que el final es predecible desde el minuto uno. Eso sí, el que sea predecible no significa que tenga que ser insulso y que parezca que no hay dinero para quince segundos más de película.

Pues qué deciros más. Divertida para una tarde de sábado y poco más. La sensación que me queda es que podría haber sido mucho mejor.


martes, 5 de julio de 2016

Super 8

Lo voy a reconocer, yo leo Steven Spielberg en los títulos de comienzo de una película y me sube la bilirrubina, ya sea como productor, como director, o como: "oye, al que se le ha ocurrido esta idea va a ser mi amichi". Así que, eso, unido a que el director y guionista es J.J. Abrams, a las noticias que tuve de esta película antes de ir al cine, o al marketing con el que nos la vendieron, me decidí, (aunque a mí para que me metan en el cine no me hace falta mucho).
Se dijeron cosas como…  son los nuevos goonies, la magia de los 80 de nuevo traída a la pantalla… vamos, que sólo me faltaba bailar la danza de la alegría. ¿Y cuál es mi conclusión? Caaaaasiiiii lo consiguen… He de reconocer que creo ese trocito que me falta para que sea mágica se debe a que soy adulta, y por muy infantiloide que me considere toda esa inocencia e ingenuidad ya no están del todo ahí, lo veo todo de forma más realista, si no, hubiera salido alucinando de la sala.

La elección de los actores me gusta, muchos desconocidos, y otros semi desconocidos, por ejemplo, el padre del niño protagonista (Kyle Chandler) fue el personaje principal de la serie de la que no os diré el título pero que tenía que ver con un periódico y un lindo gatito... ¿os acordáis de ella?, haré un post en el blog de series para los que la queráis recordar o descubrir. La niña del grupo es la hermana pequeña de Dakota Fanning, pero nadie es una gran estrella del celuloide, y eso les da más cercanía al espectador.


 ¿El argumento? En general me gusta, me atraía:  nos presentan a un grupo de amigos en un pequeño pueblo de Estados Unidos en 1979,  y que tienen entre 13 y 15 años, llenos de sueños, ilusiones, ingenuos, de esa manera que nos recuerda a nuestra infancia… Claro está, la historia la centran en uno de ellos, Joe, en cómo vive con su padre viudo y la distante relación que tiene con él. Joe se implica en el rodaje de un corto en Super 8 de su mejor amigo y el resto de la pandilla, están las primeras miradas con la niña guapa de la que todos se enamoran…
Todo eso da un vuelco la noche que están rodando en una estación de tren abandonada, y un tren choca con un coche en la vía, produciéndose un total desastre y el caos en el pueblo. Y a partir de ese momento se suceden muchas cosas raras: aparece el ejército a hacerse cargo de la situación, en el tren había un extraño cargamento de objetos rarunos, y Joe ve como algo indeterminado sale del tren…
Para mí, la parte del argumento en la que nos hacen ver una especie de experimento del ejército, con seres extraterrestres, no está bien resuelta, me hace perder el interés enseguida, deseando que de nuevo vuelvan a mostrarme algo más de la vida de esos niños un poco a lo Stand by me pero en light. Empiezas a saborear el rollito pandilla, las bicis, la aventura muy a lo Goonies, a lo E.T, pero entonces...


¿Por qué no me engancha? El tren choca con un coche, y se hace vamos...  astillitas churrascadas, que casi hay que buscar las piezas con microscopio pero ¡uy!, el coche en el que habían venido los niños está híper inmaculado, la super 8 que estaba en el andén sólo acaba con la lente rajada, y cuando llegan los militares se encuentran las fundas de rollo de película kodak bien puestecitas para que puedan sospechar a gusto… Pues como esas, muchas a lo largo de la película para hacer que todo encaje. Que sí, que se puede uno tomar licencias… pero tan cantosas…
Además, en cuanto el pueblo se llena de militares, y empiezan a ocurrir cosas extrañas como la desaparición de electrodomésticos, a fallar el suministro eléctrico, se desata ya la tercera Guerra Mundial y empiezan a bombardear el pueblo con tanques, que no dejan nada en pie.
Por eso me deja un sabor agridulce, la banda sonora me chifla, tiene ese encanto de antes,  los escenarios, el pequeño pueblo, la fotografía, la historia de los niños, de su grupito, pero la del “extraterrestre” pincha y no me deja acabarla con ese suspiro de… ¡quiero más!
De todas maneras, os la recomiendo, porque aunque no sea maravillosa, entretiene y puedes verla sin aburrirte.

 2011: Critics Choice Awards: 4 nominaciones, incluyendo Mejor película de acción


lunes, 4 de julio de 2016

Lobos sucios

De nuevo nos vamos hasta la Segunda Guerra Mundial. Pero esta vez sin salir de España. Eso me llamó la atención. Si le sumamos que está inspirada en hechos reales no he podido evitar verla. ¡Ojo! Está inspirada en hechos que ocurrieron en la realidad, aunque los personajes son todos ficticios.

Manuela (Marian Álvarez), que sufre el rechazo de los demás por ser medio bruja, decide robar a los nazis para tratar de curar a su hija enferma. En este cometido, cuenta con la ayuda de Candela (Manuela Vellés), su hermana pequeña. 
En el pueblo donde viven las hermanas, están las minas de Wolframio de la que se nutría el ejército alemán, allí trabajan tanto presos políticos como habitantes de algunos pueblos cercanos. Con la llegada clandestina de partisanos franceses surge la idea de destruir todo el Wolframio lo que hará que el débil equilibrio del pueblo gallego se ponga a prueba.

Mi primera impresión durante los primeros veinte o treinta minutos de película fue un tanto de desazón. Todo muy liado, presentación de los personajes, para mi gusto, muy superficial... Se hace pesada al principio. Si bien es verdad, que poco a poco va mejorando, aunque no deja de avanzar dos pasos y retroceder uno. Y yo creo que le hace un flaco favor a la historia, porque es una historia que merece ser contada. Pero creo que de una forma un poco más dinámica. Gran parte de las escenas no dicen nada, sirven para dar amplitud al mundo de la película, pero son insulsas y si bien cumplen con su cometido, ralentiza mucho la marcha de la película.

En la segunda parte de la misma, la cosa mejora, en el momento que todo lo que rodea a las minas, nazis, partisanos, presos, las hermanas... la Guardia Civil... se aboca a un enfrentamiento, todo gana enteros. Hay que tener cuidado con no caer en la tentación de pensar que es una película bélica, es un drama y en eso se centra. En esta segunda parte los personajes ya no pueden seguir viviendo la mentira que da cierta tranquilidad a la comunidad. Todo lo planeado llega a su fin y con eso todo cambiará.

Marian Álvarez y Manuela Vellés. Perfectas
Las interpretaciones me parecen muy buenas, en especial la de Marian Álvarez y la de Manuela Vallés. Sin ellas esta película bajaría a menos de mediocre. El resto de interpretaciones pues... bien, están bien.

Y ahora me vais a permitir que hable del sonido... no, de la música no, del sonido. ¿A alguien más, a parte de mi, le molesta (Por ser suave) que cuando los diálogos están grabado en "directo" no se entienda a veces lo que dicen los actores? Y si a eso le sumamos que en esta película muchos hablan con acento alemán y otros muchos con acento francés, no te enteras de nada. Yo he tenido que ver escenas dos veces para entender lo que dicen. Por favor, si no quiere añadir los diálogos en postproducción, que los actores mantengan un volumen adecuado y sobretodo, que vocalicen muy exagerado. En la vida real susurramos al oído de alguien, porque sólo queremos que nos oiga ese alguien, pero en una película... el susurro es atrezzo, se DEBE de oír.

Bien, pues a pesar de lo que podáis pensar, creo que es una buena película digna de ver. Cuenta un pedacito de historia que muchos españoles tienden a pensar que es falsa. Pero esas minas existieron y el apoyo al régimen nazi también. 

Ponerle nota es complicado, pero voy a ser generoso porque aunque soy consciente que la he puesto verde, es buena.