lunes, 7 de enero de 2019

El sacrificio de un ciervo sagrado

Estoy ante una película que no sé cómo definir. Bueno, sí lo sé pero es una definición tan rara que no sé por donde empezar. La película ni sabía que existía, pero es del 2017, con Nicole y Colin, y con una sinopsis inquietante, y me decidí a verla.

Decididamente es la definición del surrealismo, con una parte sobrenatural, extraña, o sin explicación, como queramos llamarlo. Digo que es surrealista porque parece que estás continuamente dentro de un sueño, por las escenas, por la iluminación, incluso por lo que ocurre. Como ocurre en las películas clásicas surrealistas, parece que analizan nuestro subconsciente, el de los protagonistas, tocan los temas desde una perpesctiva amoral, temas como el sexo, la adolescencia, todo lo que consideramos bueno o malo...

Y después de echaros este tochaco, os cuento por encima de qué va: Colin Farrell es un prestigioso cirujano, que tiene una fría y perfecta vida con su mujer Nicole (que es oftalmóloga) y sus dos hijos... pero desde el principio vemos como Colin mantiene una extraña relación con un chaval de 16 años, del que no sabes si está en una de esas ONG que hacen de hermano mayor o qué, quedan a comer, le hace regalos... Hasta que nos cuentan que es el hijo de un paciente de Colin que murió en la mesa de operaciones, y él siente pena por él. 


El meollo de la película no es este, sino que comienza cuando este chaval, le dice a Colin, que tal como él ha matado a su padre, él tiene que matar a alguien de su familia o irán muriendo todos de uno en uno y no podrán evitarlo: no podrán andar, dejarán de comer, los ojos le sangrarán y al final morirán. ¿Y qué hará Colin y su familia cuando realmente empieza a ocurrir todo lo que le dice? Es lo que plantea la película, una situación increíble que nos hace pensar, y en la que vemos por las distintas fases que pasan todos. La verdad es que los actores lo hacen muy bien, al chico lo escogen ya de por sí con un físico que da yuyu, pero actúa muy bien, te lo crees. Y hacédme caso, aunque os haya echado la perorata del surrealismo, merece la pena verla, es de esas que comentaréis cada paso con quienes la estéis viendo.

2017: Festival de Cannes: Mejor guion (ex aequo)
2017: Premios del Cine Europeo: 3 nominaciones, incluyendo Mejor director
2017: Festival de Sitges: Premio de la Crítica (ex aequo)
2017: Premios Independent Spirit: Nom. a Mejor actor sec. (Keoghan) y Fotografía

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