Este año hará once que fui al cine a ver esta película. Allí me pareció espectacular en lo visual, y es algo que no ha perdido a pesar que en estos años, la industria de los efectos especiales ha evolucionado y mucho.
Balian (Orlando Bloom) es un joven herrero francés que ha perdido a su mujer y a su hijo. En la aldea no le quieren pero el continua con su labor estoicamente. Un día aparece Godofredo de Ibelin (Liam Neeson), un respetado Caballero de Jerusalén que anda buscándolo. Él es su hijo ilegítimo e intenta convencerle para que vaya con él a Tierra Santa. En el camino, Godofredo muere e Ibelin hereda todas las tierras que tiene este en Jerusalén, donde en este período, tanto musulmanes, como cristianos y judíos viven en paz. Aún así, esa paz pende de un hilo y hay quienes están empeñados en que se produzca una guerra.
Ridley Scott volvía hacer una película con trasfondo histórico, y de nuevo, valoraba más la "historia" que los acontecimientos reales. Si bien, todos los personajes que aparecen son reales (creo) , están sumidos en un baile de años y hazañas bastante discutibles. No soy para nada experto en cruzadas, así que puede que me equivoque, pero Balian no era un herrero francés, ni siquiera era viudo, estaba casado con una Bizantina. Tanto él como sus dos hermanos, Hugo y Balduino, vivieron siempre en Tierra Santa con lo que su padre, que no se llamaba Godofredo, sino Barisán, nunca fue a buscarlo a un pueblo francés. Pero bueno, este blog no es de historia y seguramente alguno sabrá más que yo.
Volviendo a la película, y a la primera vez que la vi, me pareció muy buena. Quizá Orlando Bloom me cojea en ese papel. No me da el perfil de héroe y además no me parece tan buen actor. Durante toda la película tiene la misma expresión, da igual que le den una paliza, que se esté ahogando o que esté de cama con la chica. El Rey de Jerusalén tiene más expresiones que él, y eso que porta una máscara.
La presencia de Liam Neeson y
Jeremy Irons le dan peso interpretativo, pero no el suficiente para dar credibilidad a Orlando. Además, el guión tampoco le hace un favor, esa arenga final para convencer a todos de que luchen... no está en la lista de los 10.000 mejores discursos pre bélicos. Además, dan ganas de aplaudirle por el esfuerzo realizado. También quiero hacer una mención especial a Edward Norton, irreconocible detrás de la máscara del Rey. Y por supuesto a Alex O'Dogherty, que también aparece... y como él mismo anunciaba en su Facebook "Premio para el que sepa cuando salgo yo..."
Como ya habréis deducido, al hablar de esta película me debato ente "espectador de cine" y "realidad histórica". Como película pocos peros puedo sacarle, como realidad histórica... así que mi consejo es que os sentéis y disfrutéis de la película, porque vale mucho la pena, y no preguntaos demasiado si esto o aquello es cierto.
- 2005: Premios Goya: Nominada a Mejor diseño de vestuario2005: Satellite Awards: Mejor banda sonora. 5 nominaciones2005: Premios Cine Europeo: Premio del público mejor actor (Bloom)
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